«El silencio alusivo de Eros». Erotismo en la poesía de Brasil

Texturas, sensibilidades, cercanías, cuerpos en movimiento que nos invitan a conmovernos; esta breve muestra de poesía, curada por Floriano Martins y Elys Regina Zils, nos invita a sumergirnos en la misteriosa habitación del erotismo —sin duda, uno de los temas más complejos de la lírica— y nos abre las puertas hacia esa compleja y fascinante pasión encarnada.

Por Elys Regina Zils y Floriano Martins

La sensibilidad sugiere los caminos de una realidad nueva, o de una realidad que no cesa en su movimiento de renovación. Eros es un Dios de carne, forma, sustancia, pero también es una divinidad propiciatoria del compañerismo espiritual, la identificación de universos afines y las expresiones inagotables del deseo. En poesía, Eros es una búsqueda constante de los mecanismos de percepción. Gracias a sus símbolos radiantes es posible encontrar las relaciones más deliciosas entre los verbos y sus propiedades humanas. Los verbos como consagración de nuestro apetito existencial.
La textura de los encuentros humanos nos lleva a una visión erótica de la vida. De ahí la configuración misma del canto, de la poesía, en su búsqueda permanente del otro. Y el rincón donde se difunde lo hace a partir de la inesperada revelación de su repetición. Siempre es la otra persona la que nos encuentra. En su delicadeza metafórica, el canto lo transforma todo, con su voz erótica que renueva constantemente el misterio de la existencia y el sentido místico de la unión. El erotismo corresponde a la comprensión de que la armonía no es la conjunción de opuestos, lo que termina por llevarnos a una configuración plena de la androginia primordial.
Vale la pena recordar una observación de Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, en su «Diccionario de símbolos»: El erotismo sólo puede revelar una especie de deseo sexual, incluso una obsesión; sin embargo, simboliza el carácter casi irresistible de los impulsos vitales, tanto en las obscenidades pornográficas como en las obras más refinadas, como en las uniones más íntimas y más espiritualizadas.
Desde la literatura de amor hasta la literatura pornográfica, pasando por cuestiones culturales y estrategias discursivas, existe un amplio abanico con diferentes niveles que pueden concebir un texto como erótico o no. De esta manera, queremos aclarar el uso del término erotismo más allá del reduccionismo vinculado a la carnalidad, aunque la trascendencia a través de la sexualidad esté presente. Para Bataille, el erotismo nació del entredicho, vive del entredicho, y si no tuviéramos el entredicho en nosotros mismos, si no mantuviéramos este sentimiento de entredicho respecto de lo esencial del erotismo, no podríamos ser eróticos. El erotismo es la sensualidad que desnuda la palabra.
La poesía erótica gravita en torno al deseo, la seducción, el placer, la búsqueda, por ser temas bajo el mando del dios griego del amor, pero también se revela como fuente de conocimiento de uno mismo y del mundo. Tanto el género poético como el erotismo son aspectos de la experiencia interior del sujeto, concepto adoptado por Bataille. Él es quien habla de tres formas de erotismo: el erotismo de los cuerpos, el erotismo de los corazones y el erotismo sagrado.
Del erotismo se puede decir que es la aprobación de la vida incluso en la muerte (Bataille) —fórmula que no define el erotismo, pero que aclara que no es sólo deseo por el otro, es decir, en él Eros está ligado a una actitud ante la vida, en definitiva, su fuerza recorre la vida—.
La selección que hicimos de poetas brasileños que responden a esta vitalidad del erotismo no es exhaustiva en sí misma, pero sí es cierto que encuentra en los autores que la definen una casa repleta de los más variados símbolos que acaban entendiendo lo más esencial de la creación poética, su piel extendida e inacabada, su tejido medido que deja al descubierto múltiples velos, como si la poesía fuera a la vez cubierta y núcleo de una misma manifestación de fertilidad. Todos ellos distintos entre sí, unidos en la adopción de principios activos y pasivos con los que buscan la unidad plena del ser. Por eso el lenguaje erótico que adoptan, en sus poéticas, reúne las fuerzas contrapuestas, el fuego y el agua, el Yin y el Yang, y ayuda a descifrar los misterios de la imaginación.
Esperamos que los lectores de esta breve exposición se sientan conmovidos por la fuerza de Eros y su silencio lleno de alegría.



Yde Schloenbach Blumenschein (São Paulo, 1882-1963)

Intimidad

Todo el rincón en penumbra. En desorden la cama,
donde, desnudos, mi cuerpo y el tuyo, estirados
en el cansancio que viene del goce satisfecho,
descansan del placer, felices, hermanados.

Con mi cabeza presionada contra tu pecho,
y, acariciando mi cabello despeinado,
eres mío… yo soy tuya. Todavía bajo el efecto
de la loca embriaguez de los momentos pasados.

Sin embargo, en tu carne insaciable y ardiente,
el deseo se reaviva, se queda… Y, de repente,
de mis pechos florecidos besas la punta rosada…

Y se unen una vez más la lúbrica bacante
de mi ser y tu sexo impávido y poderoso,
en la sensual comunión de delicias sin cuenta…


Ironía

Eras demasiado bello
No estabas destinado a ser

Víctor Scheffel

Esa noche, un cielo desconocido abría
sus puertas doradas para nosotros.
Y mientras a tu lado pulsaba mi corazón,
tú eras mi amor, yo era tu tesoro.

Tus ojos moros estaban fijos en los míos,
un beso, tu boca y mi boca juntas…
Y, bajo una pantalla, mi cabello rubio
justo al lado de tu cabello oscuro brillaba…

Sin embargo, ese cielo que, generosamente,
nos abriera las puertas de la felicidad,
fue el momento del amor que pasa, de repente.

Y ahora digo riendo: —¡Fue una locura!
Dirás con desdén: —¡Era sólo una aventura más!

(¡Cómo saben mentir, la mía y la tuya boca!)


La carne

Tú exiges. Eres celosa y egoísta. No lo admites
cualquier rivalidad, o que algo te supere.
Eres fuerte y audaz en tu dominio sin límites…
capaz de transformar la vida en un instante.

Eres miserable y brutal. Pero nada te impide temblar
si te apoderas del mundo, y que esta alucinante
y extraña sensación que transmites a los humanos
tenga, como ninguna, un halo deslumbrante.

Oh, carne que posees en tu maldita médula
más barro del que contiene en un estanque pantanoso,
más esplendor, también, que las estrellas del infinito…

Rugiendo de voluptuosidad y sensualidad,
esparciendo apoteosis de alegría en la tierra,
Oh, carne, ¿eres tú la única verdad?


Yde Schloenbach Blumenschein (São Paulo, 1882-1963). Poeta. Estudió en Alemania durante su infancia. Aprendió piano y canto. Comenzó a escribir a los 13 años. Sus primeros poemas fueron publicados en el diario de Santos, A Tribuna, así como en revistas destacadas como O Malho, Fon-Fon y Careta. Firmó con los seudónimos de Colombina y Paula Brasil. En 1932 fundó la Casa do Poeta Lampião de Gás. En 1948, el grupo pasó a tener su propia sede. Editó el periódico mensual O Fanal, publicado por la Casa do Poeta Lampião de Gás. Era conocida como Cigarra do Planalto y Poeta do Amor. En su honor, una calle del barrio de Butantã, en São Paulo, recibió el nombre de Rua Poeta Colombina. Es patrona de la cátedra número 37 de la Academia Literaria Femenina de Rio Grande do Sul Entre sus libros: «Vislumbres» (1908), «Lampião de gás» (1937), «Distância: poemas de amor e de renúncia» (1947), «Manto de arlequim» (1956), «Rapsódia rubra» (1961).



Gilka Machado (Río de Janeiro, 1893-1980)

Ansia Múltiple

Bésame, Amor,
bésame siempre y más y mucho más,
—¡en mi boca esperan otras bocas
los besos deliciosos que me das!

Bésame aún,
¡aún más!
En mí siempre encontrarás
a tu llegada
ternuras virginales.

Bésame más, pon el más cálido calor
en los besos que me des,
¡pues vive en mí el alma de todas las mujeres
que murieron sin amor!…


Esbozo

Tus labios inquietos
por mi cuerpo
encendían astros…
Y en el cuerpo de la selva
las luciérnagas,
de cuando en cuando,
insinuaban
fosforescentes caricias…
Y el cuerpo del silencio estremecía,
sonaba,
con los cascabeles
del cri crí osculante
de los grillos que imitaban
la música de tu boca…
Y en el cuerpo de la noche
las estrellas cantaban
Con la voz trémula y rutilante
de tus besos…


Particularidades…

Todo lo que es suave mis ímpetus doma,
Y flexible me vuelve y me hace felina.
Amo del melocotonero la pubescente poma,
porque caricias de terciopelo ofrece y propina.

El intrínseco sabor ignoro; si asoma,
en el rubor de sazón, la sueño dulce, divina.
La gozo por su suavidad acariciante, de coma,
y mi deseo en mantenerla incólume se obstina…

La toco, palpo, acaricio su carnal bulto,
la saboreo en un beso, evitando un regusto,
como en una lenta mirada te beso el labio tibio.

¡Y qué placer el mío! ¡Qué placer insensato!
Con la vista comer tu melocotón del labio,
y el melocotón comer solo por el tacto.


Gilka Machado (Río de Janeiro, 1893-1980). Poeta, sufragista y feminista, pionera en el uso del erotismo en la poesía femenina brasileña. Enfrentó prejuicios raciales y críticas por sus sensuales versos, siendo considerada libertina e indecente. En 1910, ayudó a fundar el Partido Republicano Femenino. Publicó varias obras poéticas, entre ellas «Cristais partidos» (1915), «Mulher nua» (1922), «Meu glorioso pecado» (1928). En 1933 fue reconocida en un concurso literario como «la mayor poeta brasileña del siglo». Recibió el premio Machado de Assis de la Academia Brasileña de Letras en 1979. Su poesía completa se publicó en 2017.



Hilda Hilst (São Paulo, 1930-2004)

Detente sobre mi hora.
Antes de tomarme, detente.
Que tú me recorras cuidadosa, etérea.
Que yo te conozca lícita, terrena.

Dos mujeres fuertes
en su dura hora.

Que me tomes sin pena
pero voluptuosa, eterna
como las hembras de la Tierra.

Y a ti, conociéndote
que yo me haga carne
y posesión
como hacen los hombres.


¡Ay, que translúcido te haces,
Qué maravilla tus aires
Ay, querer mío!

En tus palanquines altos
Mirándome tan herida
¡Tan mula vieja
Tan carne de despedida
Tan huesos
Tan todo lo que regocija
Tu garganta de brisa!
Ven. ¡Trágame entera
En tu exilio de esteras!


Porque hay deseo en mí, todo es centelleo.
Antes, lo cotidiano era un pensar alturas
Buscando Aquel Otro decantado
Sordo a mi humana ladridura.
Visco y sudor, pues nunca se hacían.
Hoy, de carne y hueso, laborioso, lascivo
Tomas mi cuerpo. Y qué descanso me das
Después de las labores. Soñé peñascos
Cuando había el jardín aquí al lado.
Pensé subidas donde no había huellas.
Extasiada, cojo contigo
En lugar de gemir ante la Nada.


Hilda Hilst (São Paulo, 1930-2004). Una de los protagonistas fundamentales de la literatura en lengua brasileña y portuguesa del siglo XX. Con más de 40 libros publicados, Hilst ha abordado temas-tabú como la muerte, el sexo y Dios. Publicó su primer libro, «Presságio», en 1950 con sólo 20 años y, tras graduarse en Derecho en la Universidad de São Paulo, decidió dedicarse exclusivamente a la literatura. En 1965 se trasladó a la Casa do Sol, en Campinas, interior de São Paulo, donde vivió hasta su muerte, acogiendo a escritores y artistas. Sus obras completas fueron reeditadas recientemente (2017) en un solo volumen, consolidando su legado literario que explora la complejidad humana y la dinámica de la vida.



Cassandra Ríos (São Paulo, 1932-2002)

soy una ninfa—
estas calles de la ciudad
o jardines de barrio
son extraños para mí.
Vivo en un mundo de sueños
viajando por bosques encantados,
donde mujeres diáfanas y etéreas
cantan canciones de amor,
fascinadas por la emoción del amor!
Amar imprudentemente
en una locura sin pecado!
Y entre las flores,
que formarán el ramo
de imágenes místicas,
de repente prevaleció
la liliácea!
A ella entonaré
mis últimas oraciones
para que se ponga extasiada,
infinitamente!


Mi mirada en tus ojos
tu boca en mi boca
tus senos en mis manos
tus manos en mi cara:
¡Estos son los primeros solfeos!
Mi cara en tu cabello
tu voz en mis oídos
mis brazos en tu cuerpo
tu cuerpo pegado al mío:
las cuerdas de los sentidos vibran.
Es la sinfonía que te lleva
¡al son de gemidos y palabras!
Me escabullo para esconderme
entre los pilares de tu cuerpo
manos extendidas sobre tu vientre
…y la fuente en mi voz!

¡Hicimos el amor!
¡No me olvido!
¡Es una escena fija en mi mente!

…y continuamos,
repitiendo todo:
tu boca en mi boca
mis manos en tu cabello enredadas
y nuestros corazones latiendo juntos.
¡Es éxtasis!
¡Aquí está el final!
La sinfonía furiosa
al crujir de dientes y al silbido de labios
en la contorsión vertiginosa
del cuerpo infiltrándose en el alma!

¡Es el orgasmo lo que aniquila!
¡La canción de amor que termina o se detiene para repetirse!


Chupé el zumo de naranja
y un sabor a lágrimas
mezclado con él.
La fruta era del color del candelabro:
luz de la calle
que iluminó el camino
donde paramos y te besé!
Ahora sólo hay un punto negro,
lámpara apagada,
en la distancia que nos separa.
Luz que murió, fría, sin motivación,
una estrella que se apagó
porque la estrella más grande
desapareció detrás del tiempo
que para mí está cerrado
¡como la nube que cubrió la luna!

Estás en todo. En lo que veo, en lo que oigo, en lo que siento e imagino. ¡Este sabor a lágrimas mezcladas con el zumo de naranja podría ser tu sabor en mi boca!


Cassandra Ríos, seudónimo de Odette Pérez Ríos (São Paulo, 1932-2002). Escribió ficción, misterio, principalmente sobre lesbianismo y erotismo. Cassandra fue perseguida y amenazada por la dictadura militar, pero nunca dejó de escribir. Algunos de sus libros fueron publicados clandestinamente. El primero de ellos, «A volúpia do pecado», publicado con 16 años, es una historia de amor entre dos adolescentes, convirtiéndose en la primera autora del país de novelas eróticas centradas en el universo del lesbianismo. «A volúpia do pecado» tuvo tal éxito que ha contado con nueve ediciones en poco más de diez años, hasta que, en 1962, fue prohibida y retirada de circulación. Su autora se convirtió, en 1970, en la primera escritora brasileña en alcanzar la marca del millón de ejemplares vendidos, de los cuales 36 fueron censurados durante la dictadura militar. Mejor conocida como novelista gracias a libros como «Carne em delírio» (1948), «O bruxo espanhol» (1952), «A madrasta» (1956), «Tara» (1961), «Uma aventura dentro da noite» (1978), «Prazer de pecar» (1979). En 1971 publicó un libro de poemas, «Canção das ninfas».



Roberto Piva (São Paulo, 1937-2010)

Regimentación formal de la Estrella Hinter

Cuando me quedo dormido, un girasol con mil hojas me muerde un costado del cráneo y me dirige sus pequeños ojos caídos en el inmenso vacío. Cuando me duermo le digo algo a este loco, a esta serpiente y a esta linterna que rodea la montaña. Cuando me quedo dormido, el aliento del chamán tumultúa un pavo real cortado por la mitad para decorar muñecos (sus partes barrocas interceden por mí en los distintos iglús). Cuando me quedo dormido, ah, pirámide de coloridas e insípidas ballenas de alcantarilla. Me deslizo hacia un alivio impuro de sugestiones mecánicas, turcas espermáticas. Cuando me duermo, el trigal olímpico invade mis vértebras abrazadas con los habituales rostros delicados, un exorcismo sin sentido en la barbarie del Zeppelin, antenas chupadoras de desiertos de hormigas negras donde el trigal ondula, ondula hasta la muerte.


Ganímedes 76

Tu sonrisa
ojitos como margaritas negras
mi amor navegando por la tarde
caipiriñas de durazno reflejándose en tus ojitos llenos de hollín
pelo rizado como un pequeño dios de un salón rococó
fuerza de un cuerpo frágil como anclas.
me gustas yo también
mañana entonces a las 7
mañana a las 7
todo comienza ahora en un lento ritual y rodeados de gardenias de tela
Tu mirada loca recorre los relojes las fuentes la tarde de São Paulo como un deseo espectacular ⠀tan dotado de coraje
marfil de tu sonrisa nascosto fra orizzonti perduti
te quiero así: ángel ardiente en el abrazo del Paisaje.


El manifiesto de mirada hermosa

Momia perra
Deja que la pirámide arda y escucha el viento nocturno donde
Anubis domina
el Faraón murió en la orgía al atardecer morado de vino
Momia perra
el amor cruzó su camino de vendas locas
cosecha el frenesí en la lengua caótica de los dioses y pide
el abrazo de Osiris dios de la agricultura subdesarrollada
Empapa el alma en la sangre de la rebelión
vuelve a adorar a los dioses que siembran discordias
Polen llevó a Mirada Hermosa al piso de arriba y la colocó
sobre los cojines de terciopelo negro y se besaron hasta
el alba, cuando el gran río expandió sus aguas hasta el
fin del mundo y Mirada Hermosa se dio cuenta de que el amor hacía
una nueva ronda en su carne multiplicada donde las
guitarras de la pasión dejaron marcas de dientes y pequeñas
gotas de sudor.


Roberto Piva (São Paulo, 1937-2010). Proveniente de una familia de agricultores del interior de São Paulo, el poeta acabó rompiendo con sus orígenes (y su familia) cuando se fue a vivir a la capital, transformándose en una especie de beatnik exiliado. Incluso antes de debutar en la poesía, a principios de los años 1960, ya era conocido en la bohemia paulista por llevar una vida poco convencional. Como él dijo, “un poeta experimental necesita tener una vida experimental”. A finales de la misma década, cuando la homosexualidad todavía era un tema tabú, se informó que mantenía relaciones con otros hombres y frecuentaba lugares de encuentro homosexual en São Paulo. Roberto pronto se destacó como una de las voces más originales de la poesía paulista gracias a su debut con «Paranóia», en 1963. Partidario del surrealismo e influenciado por la generación beat, escribió sobre la ciudad de São Paulo con una mirada muy erotizada, acompañada de su experiencia con narcóticos y alucinógenos. Su familia poética incluye nombres como Murilo Mendes, Artaud, Rimbaud, Marqués de Sade, Pasolini, entre otros. En 1979 publicó uno de sus libros más importantes, «Coxas». Otros títulos: «Piazzas» (1964), «Abra os olhos e diga ah!» (1975), «20 Poemas com Brócoli» (1981), «Quizumba» (1983), «Ciclones» (1997).



Yêda Schmaltz (Pernambuco, 1941-2003)

Pan y vino

Tu brazo, amigo,
tiene el sabor
de las frutas de estación
degustadas
en las fiestas populares;

de los dulces y compotas
y alféniques;
tu brazo refugio

es vino y pan,
es comunión
es uva y trigo.


Complementos

Los zapatos de encaje,
mi cara de coral,
mi blusa transparente.
Medicina para mi insomnio,
melhoral,
novalgina, dolor de muelas.
Medicina para mi insomnio.
en la vagina.

Esta colonia de Cecita
Me emociona
y sueño.

Compré
una braga con plumas
y otra
con el corazón abierto
en las nalgas.

No me encuentro
sin vergüenza
¡para nada!
¿Tú lo crees?


Bacanal

Olor verde:
perejil y cebolleta
salteados en mantequilla
y azafrán.

Bien sazonado,
un pincho
no corazón.

El fuego encendido,
(Debussy
con crema chantilly
de postre) va a comer:

100 gramos de levadura flesh
man
para que crezca.


Yêda Schmaltz (Goiás, 1941-2003). Poeta. Licenciada en Letras y Derecho, también fue artista visual y profesora universitaria. A lo largo de su carrera literaria recibió numerosos premios. Integrante del Grupo de Escritores Novos (GEN) de 1963 a 1969, se destacó por su aporte innovador a la literatura de Goiás con su estilo rebelde, inconformista e irónico y su inconfundible voz lírica femenina. Publicó varios libros de poesía, entre ellos: «Prometeu americano» (1966), «A alquimia dos nós» (1979), «Baco e Anas brasileiras» (1985), «A forma do coração» (1990), «Chuva de ouro» (2000).



Leila Ferraz (São Paulo, 1944)

Escultura perenne

El maremoto encuentra su caída
y dibuja
rosas de viento en la arena

sueño un verano entero

yo:

escultura de carne mojada


La lengua imantada del amor

Una sensación me sondea los pies y las piernas.
Vaga y plena se desliza suave hasta mi nube
ya húmeda y casi plenamente mojada.
Sé que eres tú quien de hecho amplía su gesto
entre mis manos en leve abanico.
Y por lo tanto me congela un frío sospechoso en este miedo
del amor que me desflora la razón.
¡Es un temblor, un suspiro, un golpe en contramano!
Un presentimiento reconociendo en mis olores las dudas de mi alma,
y olvidando sus huellas en el pecho desnudo de mi pasado.
Resuenan nuestros placeres en risas, sonrisas y carcajadas
y te veo, querido, desmayado en mi boca.
Mientras clavas tus dedos en mis nalgas.


Los prisioneros

Usé el negro como punta de lanza
y el rojo como razón agonizante.
Silencié anárquicamente las puertas
de las manos entrelazadas.
Cubrí montañas traficadas e, infanta,
escuché las historias que nunca oí.
Abrí los brazos revoltosos en revoluciones de la nada
y más alto subí abriendo el cielo a arañazos.
¡Porque soy joven, loca, gemela y apasionada!
Gritando consignas,
sacando panfletos de la piedra
en una cadena de manos y construyendo barricadas.
El rechazo de envejecer al sonido de bombas lacrimógenas.

Vislumbré un pedazo de la historia arrancada a palmadas
de las calles de París.
Y si no dormí y si no comí
fui cuerpo sólo pulsando sensitivo entre matracas
que intentaban impedir el mejor de los polvos.
El polvo del celo
El polvo fecundado
El polvo inolvidable
El polvo que fusiona
¡Viva la vida y viva la muerte!
El polvo del cuerpo
El polvo menstruado
El polvo que detiene el tiempo
El polvo sin edades
El polvo de toda la gente
El polvo sin patria
El polvo bastardo.


Leila Ferraz (São Paulo, 1944). Poeta, artista visual, traductora. Participa en el primer grupo surrealista brasileño oficial, de 1965 a 1969. El grupo se encontraba en el eje São Paulo/Río de Janeiro y les correspondió encabezar la organización de la XIII Exposición Mundial del Surrealismo y I Exposición del Surrealismo, realizada en 1967. Inaugura con Eduardo Lunardelli y otros la galería Pindorama, en São Paulo, en la década de 1970. Posteriormente crean la Cooperativa de Artistas Plásticos de São Paulo. Leila Ferraz actuó como directora de creación publicitaria en importantes agencias, publicó los libros de poemas: «Cometas» (1977) y «Poemas plásticos» (1980), y posteriormente, a cuatro manos con Floriano Martins, «A mobília violenta do ar» (2020). Recientemente vuelve a publicar ahora bajo el título «O dia dos cinco orgasmos» (2024).



María Lúcia Dal Farra (São Paulo, 1944)

1ª Bíblica de Santa teresa de Ávila

Érase una vez una mujer
quien fue tocada por el amor celestial.
El Señor la hizo su piano
—la forma íntima de poner las manos sobre el humano.

¿Qué aliento fuerte es este que me infunde?

Con tu bastón
Él saca agua de este yermo
estriado en marfil.
Con el pulgar al sol
ponme en la luz—
soy solista de Su voz.

Y porque leo las señales
en la clave bien templada del cuerpo,
tarareo frenéticamente las esferas.

¡Ah oratoria de mis pecados!


Vida cava

Antiguo sofá de bambú de la casa de Curuzú
¡en cuyas varas circula la antigua emoción!
Lugar para esperar la oscuridad.
Para darle la bienvenida
en túneles y vetas.

Camina por sus huecos de bambú
(trafica sobre mí todavía)
la vida subterránea
la de la falda de vuelo—
forrada de caricias de citas supervisadas
planchada con pudor.

Oh, cómo extraño este asiento.
donde he encontrado
¡mi primer placer de abajo!


Dioneia

Con las manos ahuecadas te doy la bienvenida,
invitado deseado,
para deslizares por mis palmas
(mi texto)
cerca de los pelos seductores que te rozan
en el anticipo de mi pozo irremisible.
Capturadora de alados
en el camino donde poco a poco te engullo
(mientras cierro mi ostra y en la oscuridad te envuelvo)
te favorezco con agua y luz intensas:
compañera de Zeus, madre de Afrodita,
por eso se dice que soy brillante y lúcida
afrodisiaca.

De las fiestas del Amor, antigua maestra,
de memoria conozco toda ciencia: pasea
por herencia a Venus. Flechas de mi nieto son las
espinas – las cerdas con las que luego te ofrezco
mientras deslizas placenteramente por los líquidos
que fabrico para nuestra orgía mutua
—para que puedas leerla ahí
la fiesta, los hechizos.
Ah, dulces caminos, senderos de azúcar,
remolinos, limos, lenguas, gatillos,
ventosas, garras, nervios, cera—
¡manteca!

Te llevo viscoso a la vorágine
en el fondo del acantilado
a lo inconmensurable —
a la muerte
la más sublime
porque se disfruta en gritos de orgasmo y deleite.


María Lúcia Dal Farra (São Paulo, 1944). Poeta, narrador, ensayista. Sus libros de poesía: «Livro de Auras» (1994), «Livro de Possuídos» (2002), «Alumbramentos» (2012), «Terceto para o Fim dos Tempos» (2017), «Alguns Poemas» (2019), «Poemas» (2013), «Livro de Erros» (2024). Premio Jabuti de Poesía (2012). Escribió un volumen de ficción: «Inquilina do Intervalo» (2005). Fue profesora en la USP, Unicamp, UFS y Berkeley. Escribió 12 libros sobre Florbela Espanca y muchos otros sobre poesía y narrativa.



Celso de Alencar (Ceará, 1949)

Amante

Antes que yo cosechara
la primera rosa para las celebraciones
del trigésimo aniversario
de mi hija,
me dijiste que no llevara rosas.
Odiabas el olor a rosas.
Y me dijiste
de los dolores semanales que sentías
en la región de tu coño.
Querías que fuera tu amante.
Te dije que no podía
ser tu amante pues yo dependería
solo de tu coño
para ser tu amante.
Recomendé la medicina
asiática tradicional para
sanar tus dolores
pero no me escuchaste.
Ahora me hablas mal
de mis amantes
como si tuvieras carácter para ello.
Todas ellas tienen sus
coños perfectos y mágicos
y perfumados con jazmines
de los interiores del oriente y norte del país.
Mientras te atormentas
riego las rosas.
No serás mi amante.


Las putas de la calle de las hortensas

Las putas están indefensas.
Sus asociaciones de clase quebrarán
antes de la Segunda Guerra Mundial.
Al lado de los burdeles fueron creados,
por orden del cielo,
un lujoso templo donde los fieles
cantan sus himnos y dicen que
la prostitución conduce a un gran infierno.
Las putas están indefensas.
Tienen hambre y me piden una uva.
Y les doy un racimo de uvas italianas
y algunos canjeados en billetes y monedas,
un kilo de café en polvo
y un paquete de galletas dulces.
Los hombres tienen miedo al infierno
y las vaginas de las putas son mudas.
Algunas escuchan música, se alegran, se ponen
sus sillas en las aceras, toman sol,
mientras otras apoyan su pecho en las ventanas
y luego llega la noche y todas están tristes.
Las putas están indefensas.
Dejo que acaricien mi sexo
y canten canciones de burdel.
Ellas maúllan y ladran
y caminan por las habitaciones
como perritas
y saltan como gatitas
y comen uvas italianas y frotan el tallo de la uva
en mi pecho y veo que sus vaginas están mudas.
Morirán de hambre.
Todavía no saben dónde morirán.
Ellas están indefensas.


Las cuatro mujeres de la calle de la consolación

Estaban desnudas.
Abrid la puerta, les dije.
Estaban desnudas
con sus pechos redondos
y sus pubis escondidos entre
el cabello dorado
y la noche que llegó.
Se amaban con la locura propia
de mujeres que están desnudas.
Bésanos, me dijeron.
Pasé mis largos dedos por
sus labios y los besé
con sangre que goteaba ligeramente de mi boca
y les mordí las orejas, las prolongaciones de sus hombros
y la carne de sus muslos.
De repente ya no sabía
qué era brazo, qué era pelo,
ni mano ni cabeza.
Se inclinaron sobre mí
y me sentí como el banco de una estación de tren
escuchando largos y antiguos himnos.
Fue entonces cuando brotó un naranjo
en medio de la habitación y comenzaron un sollozo infantil,
luego un viejo sollozo y bajo todos ellos
me pidieron que quitara las hojas
que cayó sobre sus piernas.
Inesperadamente, un fuerte mugido primario,
sonó un coro y grité:
Oh vacas, hijas de la Consolación,
quiero comer tus pulmones
con mantequilla holandesa.
Entonces entré por la puerta
por la otra puerta
y vi un colorido avión monomotor sobrevolando
el antiguo cementerio de la ciudad.
Y durante mucho tiempo
un tiempo de horas
no sabía
cuál era la acera
y cuál era la calle.


Celso de Alencar (Ceará, 1949). Radicado en São Paulo desde 1972, nació en Fortaleza y se crió en Pará. Sobre Celso de Alencar, el cineasta Carlos Reichenbach resume: «Celso de Alencar es, sin exagerar, uno de los más grandes poetas brasileños en activo. Su poesía blasfema y desvergonzada está en la línea de Pasolini, Rimbaud, Lautréamont, Sousândrade y todos nuestros malditos grandes». Es autor de «Salve Salve», «O Primeiro Inferno e Outros Poemas», «Sete, Testamentos», «Poemas Perversos», «O Coração dos Outros», «Desnudo», «Um Homem Cantava Para Cachorros», «A Outra Metade do Coração», «Arco Vermelho».



Viviane de Santana Paulo (São Paulo, 1966)

en la ingle⠀⠀ entre la noche y el día
inerte ⠀⠀disminuido⠀⠀ el tronco caído
descansas de mi cuerpo limpio
del envoltorio de mi mano cálida
y el calor en la cueva de mi boca donde maduraste
con sabor a fruta sharon⠀⠀ entraste al túnel
de mis secretos tangibles⠀⠀ y la rigidez de tu búsqueda
presionada contra las paredes de la carne suave⠀⠀ alcanzó la intensidad
y la cadencia de llegar⠀⠀ hasta correr el sudor
a través de los músculos borrosos de la ventana cerrada.


ven y quédate conmigo en los intensos destellos en el fondo
de madrugadas⠀ en la penumbra de manos ansiosas buscando
refugios seguros durante las tormentas que nuestros
cuerpos comienzan⠀ a anclarse en los bordes y explorar los interiores
húmedos⠀ soy lilith⠀ ven a estar entre mis muslos⠀ entre la hendidura
en las paredes del escape que nos aleja de las aburridas
misiones y batallas diarias⠀ las abandonen
citas aburridas⠀ llamadas telefónicas⠀ correos sin respuesta
las malas noticias… no te preocupes
ven a escalar⠀ los altos muros del prometido⠀ sentir
la redondez del sentido⠀ los labios presionados sobre el vientre
del sueño⠀ y las rodillas como parte de un instrumento plegable
ven a sentir el gemido de la música temblando en tu piel desnuda
ver la noche ondear en los ojos de la cama
olvida las contraseñas⠀ aquí no se
requiere ninguna contraseña los secretos se revelan solos
en cada nudo de brazos y piernas entrelazados⠀ y las velas abiertas
para recibir el mástil⠀ naveguemos por las aguas inquietas
del marino nocturno

al Al Berto


así me penetras⠀ y en mi
la carne se abre⠀ sal⠀ sudor⠀ y semen
viniendo desde lo más profundo del instinto
de toda la continuación de la vida
lo que nos mueve y manipula
y así me entrego a tu lengua
que me lame
mojada y húmeda me lame
y entra en mí como un molusco

así me penetras
y nos agarramos⠀ nos aferramos
giramos y giramos
y la carne dentro de la carne
encajamos y disfrutamos
en esta fuente de existencia
nos disolvemos en nosotros mismos
para luego caer
⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀y caer

en la caída de toda soledad
inmanente⠀ contraerse⠀ pero luego
entregarse una⠀ y otra vez
recurrente⠀ por no soportar
la ausencia del orgasmo
sexo sobre sexo
y esta explosión⠀ de repente


Viviane de Santana Paulo (São Paulo, 1966). Poeta, novelista, traductora y ensayista. Estudió filología germánica y románica en la Universidad de Bonn. Es autora de los libros: «lebendiges wensens namens gedicht», «vom satelliten aus gesehen», «ser vivo chamado poema», «visto do satélite» (coletánea bilíngue de poesía); «Viver em outra língua» (novela), «Depois do canto do gurinhatã» (poesía), «Estrangeiro de Mim» (cuento) y «Passeio ao Longo do Reno» (poesía). En colaboración con Floriano Martins, «Em silêncio» y «Abismanto» (poesía). Sus textos han sido publicados en revistas y antologías de Europa y América Latina. Tradujo a varios poetas alemanes, entre ellos Jan Wagner, Nora Bossong, Ron Winkler, Josef Kafka, Sarah Kirch, Paul Celan y Gottfried Benn. Vive en Berlín.



Anabelle Loivos (Río de Janeiro, 1973)

Primera Fábula

Mecha de una coraza
plexo Escobar
sexo sexo
cualquier silencio cae
la piel la piel.

Él estaba allí
la mujer desnuda dormía a su lado
el sueño que no vino
el sueño que no quedó
la promesa que no hubo
y la mujer desnuda giraba
giraba la cama cuando se trataba de oral
y el dolor y el dolor
sexo amor amor
sangre estrábica en la sábana
oh impalpable
virginidad de quien la da.

Ella hembra lloraba ahora
plexo desnudo
mujer y entonces
estrabismo sanguinario de amar.

Él se quedó allí todo
líquido estrechado en un canal
que dispensa la rima, pero no la presencia
jurar testículos, recelo y re-seno
comillas de una cita sin firma.
Un vientre que no estipuló sus honorarios
una reacción a todo el léxico
solo dos ojos apretados y extranjeros
y un resto de no valer la pena.

En la boca, esperma
en la cabecera, rolex
y el léxico, en las ganas de.

La oscuridad, la amenaza, si viene
ya está y pesa
y la pena es tanta que no dará más.

¿Quién sabrá el verso para fecundar el vientre?

Y ella, niña, a tener-ser-se
a veces retiene el deseo todavía en el ombligo
y no lo tiene
y no lo ve soñado
parir: la meta
y entonces renacer.

(La mujer ex-desnuda no cree.
No es tiempo
no hay desnudez sin castigo
y lo que se tiene es solo el dicto.
Y lo que se tiene es solo
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀lo que se tiene que.)


Un hombre: cómo abrirlo

Se besa lentamente el cráneo y la nuca
Y por detrás se abre una ventana para el desvío
Luego se presionan los dedos en un nudo gordiano
Y se le clavan las dudas en una línea imaginaria que va
Desde la camisa hasta el ojo sano
Después se le palpan las fosas nasales y se verifica
Si el aire que respira es tú por completo
Para probar la excitación mete ambas manos por los pantalones
Y se espera el vuelo del gorrión
Habiendo volado, sudan juntos
Hasta quemar las ropas
Una vez abierto
Su pecho será siempre tuyo
Y no habiendo más que tratar
Se acostarán a la sombra tántrica a la espera de un nuevo
Golpe seminal.


Manual del no

Hay dos tipos de hombres
A los que nunca debes dar:
Los que arrestan
Y los que quedan

Con una vulva libre
No aceptar verdugos
Ni a los de mecha corta

Porque el humus trepida
Y la carne llama
Más allá del amor:
El sextravío.


Anabelle Loivos (Río de Janeiro, 1973). Poeta, doctora en Letras por la UFF y profesora asociada de la Facultad de Educación de la UFRJ. Es coordinadora del Programa de Extensión Universitaria «Caminhos da Serra Fluminense», además del proyecto «100 Años sin Euclides», que promueven acciones de formación continua de profesores y la difusión de la lectura. Es coautora de «Euclides: da face de um tapuia» (2013) y autora de «Sertão selva e letra: Euclides da Cunha em atravessamentos» (2019). Su libro de debut en la poesía fue «Dona Maricotinha» (2014), seguido por «Mãeme» (2018) y «Pura, puxa, puta: poesia!» (2019).



Simone Brantes (Río de Janeiro, 1980)

Tarro

¿Crees que el amor es esto:
tres
o cuatro
posiciones
y ejecutarlas?
¿Quieres
mucho,
mucho de verdad,
que me corra?
Entonces vamos por partes
— no te precipites con tanta sed al tarro—
Primero: fabricar la sed
Segundo: fabricar el tarro
Tercero: dejar que el agua fluya


Las chicas

¿Cómo se encuentran dos chicas
en la maleza? ¿Cómo entran dos vulvas
debajo de la concha?
¿Cómo sin zambullida
chapotean en el fondo los líquidos
de una en la otra?
¿Cómo, cómo —
por qué poder de Dios
— las chicas
se comen se comen se comen
con los muslos?


La dedicatoria

Faltó la chica que hizo como que iba
y acabó no yendo1 .

faltó la chica electrocutada
por la puerta de la nevera.

faltó la chica que me
llevó por primera vez
a un motel.

faltó la chica que besé
a los ocho años
resumiendo para ella
los acontecimientos
de la telenovela.

faltó la chica amante del pintor
con quien lamentablemente me hice
la desentendida.

faltó la que solo dijo
que quería cuando ya no era
la hora.

y la que dijo que quería
cuando no era la hora
todavía.

faltó la chica
que por así
decirlo fue expulsada de casa
(medio que
por mi culpa).

al final fue mejor para
ella

faltó la chica que
salió corriendo de espaldas
haciendo en mi dirección
(corriendo de frente)
la señal de la cruz.

faltó la chica que me infestó
de piojos
en el albergue del Fundão
(aun así valió la pena).

faltó
faltan muchas chicas
para todas ellas fueron escritas estas historias.

[1] En este verso, la poeta hace referencia a la declaración de un exjugador de fútbol del Flamengo, quien afirmó: “Fiz que fui, não fui e acabei fondo”. La conjugación equivocada del verbo “ir” persiste como motivo de broma en el ámbito futbolístico y tiene una connotación sexual.


Simone Brantes (Río de Janeiro, 1980). Poeta. Autora de los libros de poemas «Pastilhas brancas» y «Quase todas as noites», por el cual recibió el Premio Jabuti de Poesía 2017, y de la novela «Ana» (Edições Macondo). Actualmente está preparando el libro «Kafka: una entrada para la Construcción».



Anna Apolinário (Paraíba, 1986)

Domus Desiderio

Mis manos tantean
los pulmones iluminados de la habitación
en un déjá vu aterciopelado y voluptuoso.
Los alucinantes susurros del fuego
y el lenguaje ilícito de los cuerpos
están tatuados en secreto en el lomo de la noche.
La voz pétrea de Ariano me invita a asomarme
dentro de las letras y llamaradas
de su fabuloso libro.
El poema es un animalito mágico,
verde viscoso, saltando de las páginas.
Con el sexo en llamas,
dibujé un meridiano obsceno en esta cama.
Desnuda y clandestina,
planté una tormenta en las sábanas extrañas.


Deleites

Tus dedos en expedición secreta
a través de mis llanuras ardientes.
Los ojos susurran en avaricia y emboscada
y todas las luces se deslizan alrededor de nuestro baile.
Mis caderas se balancean en dulce locura,
los muslos envueltos en negras, sedosas,
redes peligrosas que te arrastran
a los velos viscosos de mi carne encendida.
Tus labios removiendo la selva de mis pechos,
el cuerpo, en cáliz y combustión,
ofrecido a la suculenta locura de tu lengua.
Una serpiente bailando al sabor de mis estanques,
mientras me revuelvo abrasadora,
un río palpitante bajo tus papilas.


Dédalo

Promiscua absenta agridulce,
Veneno derramado en el corazón de la Noche
Tu amor es una rosa rota
Débil pétalo de mi verso más solferino

Mis ojos están llenos de gana
Por ti, mi deseo entusiasmado,
La cruda dulzura de la lujuria,
Rompiendo silencios de la sinfonía del universo.
Caleidoscopio lírico, circo metafísico.

Que toda ebriedad sea alabada
Decorada con el deleite de la poesía
Conviértete en mi amante, poeta, loco, libertino
Mientras deshago los sueños,
Como alguien que hace estrellas
En el vértigo de la bohemia.

Bendita serpiente del Edén olvidado
Escribió un ardiente soneto
Esparciendo la semilla
En el otoño de tu noche aburrida
Lisergia de versos pasiones y enigmas.

Déjame suspirar, entumecida
Como una flor escarlata perdida
En el jardín de tu carne fragante
Cubierto de rocío por mi hechizo
Pervertido y pagano.

Permita que mi lengua
Hable en tus frívolos pulmones,
Diviértete,
Disfruta,
De los delirios decasílabos ocultos
En las vueltas de mi vestido.


Anna Apolinário (Paraíba, 1986). Poeta, pedagoga con maestría en Letras, productora cultural independiente, organizadora de Sarau Selváticas y fundadora de Cia Quimera – Teatro y Poesía. Autora de los libros: «Solfejo de Eros» (CBJE, 2010), «Mistrais» (Premio Literario Augusto dos Anjos, 2014), «Zarabatana» (Patuá, 2016), «Magmáticas Medusas» (Editora Cintra/ARC Edições, 2018), «A Chave Selvagem do Sonho» (Triluna, 2020), «Beijos de Abracadabra» – poemas automáticos bilíngues (Triluna, 2023) e «Bruxas sussurram meu nome» (Premio Literario Políbio Alves, en prensa).



Matheus Guménin Barreto (Mato Grosso, 1992)

Números, XXIII, 16

pon una palabra en mi boca

azul y carmesí
transparente como pez
concreta como manzana
agridulce como el esperma
arriesgada como llama

ponla en la noche de mi boca
una palabra
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀destello


Tiempo

Lo que poseo y me posee,
y que, si asedio, construye otros asedios
alrededor de muros débiles, pocos muros
que erigí; lo que construye y arruina
mi cuerpo; que ya lleva en una mano
mi cuerpo y esa muerte que es suya
(si cada cuerpo nace con uno),
mi cuerpo y esos besos que serán
los suyos (si siempre mueres sin darlos todos);
que aun así eso me quita todo
y todo me da; lo que estoy buscando,
pero siempre me encuentra y no lo encuentro.
Lo que, por fin, me da el amor de un hombre
con su palo en la mano —y borra nuestros nombres.


Los trabajos y las noches

I.

La mano que arde en la zarza
es la misma
que arde en el sexo del amante y la misma
que arde en la arena y la espuma.
La mano que arde en el sexo del amante.
es la misma que lentamente hace la cama
entre altos muros
más fuerte era el calor blanco de la cama hecha, calmado.
La mano que arde sobre el blanco de la cama
es la misma que limpia el pus y la misma que se coloca contra la luz del rayo
en la noche
la misma que abre el pan es la misma mano.

En cada cosa el deambular, en cada cosa la furia muda.

II.

Estar en la mano como el agua que corrió
en la infancia
estar en el pulso como el calor de manos amorosas
en la boca estar como el fruto de otra estación
como el sexo del amante estar en la boca
con su jugo amargo y solar.


Matheus Guménin Barreto (Mato Grosso, 1992). Poeta y traductor. Es profesor de Literatura Alemana en la USP y editor de la revista «Ruído Manifesto». Ha publicado «História natural da febre» (Corsário-Satã, 2022), Mesmo que seja noite (Corsário-Satã, 2020), «Poemas em torno do chão y Primeiros poemas» (Carlini y Caniato, 2018) e «A máquina de carregar nadas» (7Letras, 2017). Sus poemas fueron traducidos al inglés, chino, español, alemán, catalán e italiano; y publicado en revistas o antologías de Brasil, España, México, Portugal, Estados Unidos y China. Formó parte, entre otros, del «Printemps Littéraire Brésilien 2018» (Francia y Bélgica – Universidad de la Sorbona), la «Giornata mondiale della Poesia 2022» (Italia – Universidad de Roma) y el «Festival Riobaldo 2023» (Angola – Instituto Guimarães Rosa, Luanda). Publicó traducciones de Bertolt Brecht, Ingeborg Bachmann, Goethe, Nelly Sachs, Paul Celan, Rainer Maria Rilke y otros en revistas y libros.



Deni Maliska (Río de Janeiro, 1995)

Venus

Flores blancas
Para el entierro de la nostalgia
En las imágenes eróticas
Mi sexualidad infinita

Yo encarno a Venus
Y salgo con medio seno esculpido
Subo al escenario
Me transformo en mí


Sin título

En el fondo del deseo de vivir
Vislumbré horizontes para el amor
Me decepcioné
En las entrañas de un agresor

En lo profundo de mi ser
Deseé tener
Comer
Lamer
Al final
Solo quedaste tú y un orgullo para los dos


Sobre la flor en el alambre de púas

Yo introduzco entre medios perdones
Algunas secuelas de un pasado
Inmersas en silencios cotidianos
Marcas escritas entre el
Rojo y el negro

Cuando al desnudarme
Retiro todas las máscaras
Finalmente, trasciendo
Y me transformo en musa

Mirando por el espejo
Siendo la plenitud
Intimidad contorneando
Labios carnosos

Entre los océanos diarios
Albergamos aquel resquicio de coraje
Luchando para encontrar un amor

Memorias
Entre esos huecos
Solo quedan flores
Borradas en la sangre
De las heridas que quedaron
Al atravesar
Alambres de púas


Deni Maliska (Río de Janeiro, 1995). Escritora y poeta, reside en Porto Alegre. Comenzó a publicar sus poemas en Medium Brasil, y actualmente participa en recitales, colectivos y revistas en línea.


Organizadores/traductores

Floriano Martins (Fortaleza, 1957). Poeta, editor, dramaturgo, ensayista, artista visual y traductor. En 1999 creó «Agulha Revista de Cultura». Coordinó (2005-2010) la colección «Ponte Velha» de autores portugueses en Escritura Editora (São Paulo). Curador del proyecto «Atlas Lírico de Hispanoamérica», de la revista «Acrobata». Curador de la Bienal Internacional del Libro de Ceará (Brasil, 2008), y miembro del jurado del Premio Casa das Américas (Cuba, 2009), fue profesor invitado en la Universidad de Cincinnati (Ohio, Estados Unidos, 2010). Entre sus libros más recientes se encuentran «Un poco más de surrealismo no hará ningún daño a la realidad» (ensayo, México, 2015), «O iluminismo é uma baleia» (teatro, Brasil, al alimón con Zuca Sardan, 2016), «Antes que a árvore se feche» (poesía completa, Brasil, 2020), «Naufrágios do tempo» (novela, al alimón con Berta Lucía Estrada, 2020), «Las mujeres desaparecidas» (poesía, Chile, 2022) y «Sombras no jardim» (prosa poética, Brasil, 2023).



Elys Regina Zils (Brasil, 1986). Poeta, artista visual, traductora. Estudiante de Doctorado y Maestría en Estudios de Traducción por el PGET/Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC). Es licenciada en Literatura-Lengua Española y Literatura y Literatura-Portuguesa también por la UFSC/Florianópolis, Brasil. Se dedica a la Literatura Latinoamericana, investigando principalmente Vanguardias Literarias y Artísticas con énfasis en la Literatura Surrealista Latinoamericana. Es la traductora de «Los elementos terrestres» de Eunice Odio. Ha sido parcialmente responsable de las traducciones de poetas hispanoamericanos para el «Atlas Lírico de Hispanoamérica», publicado por la revista «Acrobata».