Como en cada número de Esteros, Carolina Zamudio nos presenta una selección de libros publicados: una muestra de nuestra poesía contemporánea: de estilos, procedencias, generaciones y simbologías distintas, pero hermanadas por su importancia y resonancia en nuestro presente lírico.
por Carolina Zamudio.

Voces cera del Cristo verde
Gerardo Burton
Argentina
la luna alumbró veintitrés veces
⠀⠀⠀⠀⠀⠀esta misma noche oscura
entre sueños de tinieblas y gárgaras de metralla
⠀⠀⠀⠀⠀⠀¿dónde los ojos inocentes?
⠀⠀⠀⠀⠀⠀¿dónde los cuerpos en el río?
nunca el plata fue tan rojo
a dios se lo buscaba en esta pampa de dolor
⠀⠀⠀⠀⠀⠀pero los jerarcas cerraron
las puertas de los templos
sólo algunos cantos de esperanza, hilos de amor
⠀⠀⠀⠀⠀⠀en el aire donde danzaba
la paz como una luz
⠀⠀⠀⠀⠀⠀como una cruz
que gira en el vacío.

Olvido
Hussein Habasch
Kurdistán/Alemania
Una herida llamada Afrin
Birîneke navê wê Efrin e
Mis entrañas reconstruiré de las ruinas apiladas a lo largo de los años. Las libraré de manchas oscuras de tristeza y azules moretones de dolor. Quitaré de sus paredes escamas secas y profundas arrugas sobre la piel.
Le extirparé la carne desgarrada y la grasa acumulada en las arterias. Pero mantendré una sola y única herida profunda que sigue creciendo día a día, una herida llamada Afrin.
No dejaré que nadie la profane.
Ni siquiera acercarse a ella a curarla.
Es la herida de mi corazón por sí solo.
Con ella regula sus latidos, y por ella sobrevive y existe.

Usurpación de morada
Diego Cubelli
Uruguay
lucha
puede ser armónica pero —desfigura entre olas
⠀⠀⠀⠀⠀⠀baila su ballet
puede ser niña las — manos pero bosteza
el monte fuji o el batoví dorado
de quién la máscara de — quién el salto
⠀⠀⠀⠀⠀⠀de papel

Ecos del silencio
Roberto Fernández Ibáñez
Uruguay
toda profecía habrá de consumarse
si le damos suficiente tiempo
probabilidad y estadística sostienen esa fantasía
resta esperar que asome la uña del caos
y rasgue la frágil trama del orden cotidiano
eso aprendí contemplando
la caída fatal de una hoja
expulsada de su verdor
exiliada a la compostera del mundo
también aprendi
que las vértebras de la memoria se comprimen
que el dolor le cede paso al miedo
que a veces el tiempo conspira a favor nuestro
y en un acto de piedad nos aniquila.

Un mar en madrugada / a sea at dawn
Silvia Guerra
Uruguay
Obsesión
Una piedra en el centro del estanque
al fondo, bajo el agua profunda. Apenas
se movía la superficie traslúcida del agua
la palabra emergía entrecortadamente.
Ascendía para pedir con los brazos en cruz
con el silencio que rodea a los que imploran
la crispación del suplicante. Entonces se
acudía a los preceptos a las mudas recetas en
papel de regalo a las promesas de anillos italianos
para el dedo índice de la mano derecha. Entonces
se invocaban los hijos la elección de la reina la última
navidad que vimos juntos. Los aviones plateados que
cruzan el cielo de la noche como trozos de espejo y
mañana no importa. Lo consumado exhala, la pira que
se agolpa y se sustrae. La palabra piedra suturarla con
las cosas ajenas y con las cotidianas de modo que ya
no puedan verse que ya no tenga peso al fondo del estanque.
El agua en entremedio de peces y migajas
el conocido filo de esa piedra, cortezas
que devuelvan fragor alrededor. Recoger del silencio
el ras, del agua el entremedio, del color
el estanque.

Demasiado cristal para esta piedra
Rafael Soler
España
Vencida en ti me reconozco
Recuerdo los alfanjes canela de tus manos
allí donde el talle era primero
acuérdate
traías ceñido el cinturón presta la boca
y escueto prometiste faltar a tus promesas
acuérdate
cinco de agosto
los ojos de un cangrejo vigilando
el ancho mar de Rilke
por recordar recuerdo
las nueve estrellas lácteas
el día en que bailaron
desnudas conmigo entre las cañas
y te recuerdo hermoso
por limpio la escalera de tus dientes
por ancho tú como un tanzano antiguo
y me recuerdo hermosa
y me recuerdo hermosa
recuérdame te pido qué pasó luego
si por luego entendemos nuestro ahora.

Esa que canta hacia adentro
Adriana Hoyos
Colombia
Canto solo y desgarrado
A través de finos espejos
Está escrito el encuentro
Que convoca esta caligrafía
Bebo la arena del desierto
En cada partícula tuya
En cada partícula del cuerpo
Entra en mis ojos la eternidad
Entra en las cuencas viento helado
Restos de limo y tierra húmeda sellan el pacto
Y las campanas de bronce lanzadas al aire
Y el vuelo de bellos y radiantes pájaros
Acogiendo cada trazo de la mano
No soy yo la que escribe
No soy yo
Y lo sé
Soy todas estas voces que me hablan
Y riegan el poema
Sembrando flores azules en la alcoba
Llenando de alas mi pensamiento
Salen de mi boca luciérnagas
Así bebo con una sed bíblica de sílabas

Memoria del sueño vegetal
Irina Henríquez
Colombia
Tendida bajo el relámpago nocturno
yazgo a la espera de que me consuma
el canto de las ranas,
la agitada sed de sus gargantas.
Orgánico deseo de fundirnos con el Todo,
ya lo saben mejor las piedras hace siglos.
Bajo el relámpago nocturno copula la hierba con el viento.
Este cuerpo aspira a dispersarse lejos.

Calamidad
Camila Fadda
Chile
02 2021
He visto las ramas desprovistas
del moral después he visto
las ramas desprovistas del moral vi
las ramas desprovistas del moral
contrastando en un cielo drástico
una tórtola un zorzal un chincol vi
en las ramas muchas veces más
que las veces que vi he visto
las yemas inflamadas en las ramas
del moral un parto verde vi
un advenimiento adornado con
un mirlo una tórtola un chincol
y con la luz del sol de la tarde vi
despuntar las hojas en las ramas del moral
cantó el gorrión y la tenca y en lo más alto vi
otros pájaros que aún no distingo he visto
tupirse debajo el pobre pasto apenas
de una sombra que aún promete y vi
donde fue que fui feliz.

Gánimeth
Jotaele Andrade
Argentina
*
y mi abuelo desepultó a sus ancestros y los quemó en una
pira y tomó un poco de cenizas
y la echó en sus cabellos
y pintó con ellas el signo del dios
en su prole
y guardó otro poco en una urna
a mí me arde todavía
en la frente
aquella lumbre

Palabras en Espiral / Espiral de palabras
Rodolfo Chaij
Argentina
Vínculo esencial
Tal vez tú y yo lector no existimos.
Tal vez nos soñamos. Yo te sueño mientras escribo, tú me sueñas mientras me lees.
Tal vez yo no estoy escribiendo y tú no estés leyendo pero este vínculo es lo más real que tenemos.
Así que aférrate fuerte al menos hasta el próximo párrafo, porque tal vez, estimado lector, si dejas de leer, tú y yo dejemos de existir.
Probabilidades
Los amores que nunca serán son tantos como los que nunca fueron.
Son los que son, los verdaderamente escasos.

Distancia cero
Susana Szwarc
Argentina
De la importancia de las cosas
No hay luz, compro velas, linternas, pilas y, sobre todo, compro una luz de emergencia. Eso, tener una luz de emergencia, me hace sentir inflada, importante. Un poco menos cuando la enciendo y no es lo potente que había imaginado. Sin embargo, ilumina. Para ayudarla, abro las persianas, corro las cortinas. Sobre el edificio de enfrente la luna como una pelota más nueva que nunca. Mucho más nueva que aquel soñado hombre nuevo.

Broches
Constanza Pérez Ruiz
Argentina
lustré mis cicatrices
una a una
como los bronces
de las casas antiguas
se convirtieron en espejos
me miré en ellos
fascinada
como una chica
antes de la fiesta
la fiesta donde se ocultan
los latidos
de las flores oscuras
el brillo
de un bronce viejo
donde se dibuja
tu nombre

Carolina Zamudio. Poeta y periodista. Señalada como una de las referentes de la poesía argentina de su generación. Publicó: Seguir al viento; La oscuridad de lo que brilla; Rituales del azar; Teoría sobre la belleza; La timidez de los árboles; El propio río; Vértice; Las certezas son del sol y La extensión de un deseo, entre otros, en Argentina, España, Uruguay, Francia, Colombia, Italia, Perú y Ecuador, por caso. Creadora de la Fundación Cultural Esteros (www.esteros.org). Vivió y trabajó en Argentina, Emiratos Árabes Unidos, Suiza, Colombia y Uruguay, donde hoy reside.
