Entrevista: Pablo Atchugarry

Pablo Atchugarry dialoga con Carolina Zamudio sobre el encuentro con el arte, el camino como artista y su vida dedicada a la creación.

por Carolina Zamudio

Cuando hace un par de años se inauguró el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry, un museo de vanguardia para América latina, Uruguay vivió un hito artístico con relevantes invitados internacionales de visita y la presencia multitudinaria de público en las 45 hectáreas del predio. Adicionalmente, la presencia de tres presidentes de la república: Luis Lacalle Pou, Hugo Mujica y Julio María Sanguinetti.

En unos pocos años, el museo evolucionó y desarrolló propuestas abiertas y gratuitas al público que van de las artes plásticas a la música y de la literatura al teatro, por nombrar solo algunas. Pero, principalmente, en una zona en desarrollo permanente y con habitantes estables en el cada vez más nutrido departamento de Maldonado, conocido internacionalmente por Punta del Este, la obra de este artista uruguayo reconocido en el mundo entero se convirtió en faro de un movimiento artístico que no hace más que crecer.

El Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry está ubicado en el área de Manantiales y su fenomenal nave central de 5.000 metros cuadrados, el edificio principal inaugurado hace dos años, está situado en una geografía de ondulaciones donde arte y naturaleza se fusionan de manera natural. Su creación es una obra soñada por el escultor Pablo Atchugarry y diseñada por el arquitecto uruguayo Carlos Ott: las vigas de la estructura de madera de eucalipto uruguayo procesadas en Francia son el primer logro tangible de esa comunión entre lo mencionado: naturaleza y creación.



En la actualidad se está construyendo una instalación del argentino Leandro Erlich, de nombre La huella. Hay también obras de Gyula Kosice, de Alicia Penalba, de Ennio Iommi.  El parque también posee obras de grandes artistas, entre ellos Arman Fernández, Octavio Podestá, Edgard Negret, Jorge Riveros, Ignacio Díaz de Rabago, Mauro Staccioli y Miguel Ángel Battegazzore, entre otros.

En el parque destaca una capilla, diseñada por el arquitecto Leonardo Noguez, director del museo. En su interior se halla una obra destacada de Atchugarry: La Piedad, escultura esculpida en un bloque de doce toneladas de mármol de Carrara, realizada en Lecco, Italia, entre 1982 y 1983.

En lo referente a la propuesta literaria, el MACA llevó adelante por primera en 2023 vez el FIL, Festival Internacional de Literatura, que convocó a escritores internacionales y uruguayos, además de homenajear a Ida Vitale por sus 100 años, sentando las bases para un festival que seguramente se convertirá en referente de las letras en Uruguay. Adicionalmente, las clausuras de las últimas dos ediciones del Encuentro Esteros tuvieron lugar en el museo.


Sobre lo nuevo

A las 60 impactantes esculturas distribuidas en el Parque Internacional de Esculturas, obra de más de 50 artistas de distintas nacionalidades, como uruguayos, italianos, españoles, argentinos y brasileños, entre otros, se suman este año en la temporada estival del hemisferio sur valiosas muestras que confirman la apuesta del museo por democratizar la cultura y crear un público que aprecie las distintas manifestaciones artísticas.

La gran propuesta será “El descubrimiento de sí mismo”, la exposición que conmemora los 150 años del nacimiento de Joaquín, el artista moderno ícono plástico del Uruguay. La muestra está curada por las argentinas Aimé Iglesias Lukin y Cecilia Rabossi. Hay unas 140 piezas entre documentos, obras de museos, colecciones privadas y del archivo personal, entre el que se encuentra material inédito. Torres García, un personaje totalmente popular, ha dejado un legado de gran valor simbólico, entre los que se cuentan América invertida y Nuestro Norte es el Sur. Hace días fue la gran inauguración que permanecerá hasta marzo.

Adicionalmente, este verano habrá otras exposiciones en paralelo. En el Pabellón 1 se podrán observar instalaciones y montajes del artista danés contemporáneo Adam Jeppesen. También expondrá Bruno Munari, un artista italiano que está presente en el Parque de Esculturas desde el inicio, y también en la colección permanente del museo.



Nuestra directora, Carolina Zamudio, dialogó brevemente con el escultor y artífice de este portento: Pablo Atchugarry.

CAROLINA ZAMUDIO | El MACA se convirtió en un destino cultural. ¿Qué te pasa cuando volvés de Italia donde vivís parte del año, te sigue sorprendiendo?
PABLO ATCHUGARRY | Sí, me sigue sorprendiendo, pero siempre estoy pensando en las cosas que se pueden mejorar. Por ejemplo, aquí enfrente tenemos el teatro en construcción; es un proyecto evolutivo. Evoluciona con los años, con los días, con las horas y siempre hay nuevas ideas y nuevas cosas que se pueden hacer. Se transforma casi en una ciudad de las artes, donde el desafío mayor es acercar la gente a la cultura y la naturaleza. En este parque que son 40 hectáreas nos damos cuenta que el verdadero protagonista es la naturaleza. Acá de tarde vemos carpinchos, zorros y otros animales de nuestra fauna y cómo es la convivencia con el ser humano. El ser humano se ha alejado mucho de la naturaleza y yo acá veo gente que viene a leer un libro, que viene pensar, que viene a ver los animales, más allá de las muestras de turno que también es parte muy importante del cometido del MACA.

CZ | Para ser poeta no alcanza con escribir o con editar. ¿Qué pasa al respecto en las artes plásticas?, ¿cuándo uno puede nombrarse artista?
PA | Bueno, yo creo que al sentimiento de ser artista hay que acompañarlo con una actitud de vida. ¿La actitud de vida qué significa? Cuánto de tu tiempo se lo lleva el arte, el proyecto… hasta cuánto el proyecto vital se transforma en el mismo proyecto del artista. En ese momento uno puede expresamente sentirse artista.


CZ | ¿Qué te aportó Italia y qué suma ser uruguayo en la obra?
PA | Yo me voy a los 23 años a Italia, a Europa, y termino viviendo en el Lago di Cuomo y de alguna manera se habla del 60% del patrimonio mundial está en Italia. Lo cierto es que Italia es una fuente inagotable de recursos artísticos. Por ahí hubo civilizaciones como los etruscos, los romanos, la Magna Grecia y cada civilización fue dejando un testimonio, fue testigo de su propia cultura, entonces es un lugar que yo considero muy interesante para crecer personalmente, para acercarse a lo que es el mundo de la cultura. El ser uruguayo en las épocas en las que yo me fui Uruguay no se conocía, cuando muchas veces “ah, sí, Uruguay, Asunción” o lo ubicaban geográficamente en Centroamérica. Ahora los tiempos han cambiado, pero en esas épocas uno era realmente extranjero y tenía que empezar de cero a labrarse el propio camino donde justamente esta atracción en el campo artístico hace que muchísimos creadores del mundo artístico vayan a Italia porque es la cuna artística y eso hace que haya mucho fermento y muchas voces para escuchar al mismo tiempo. Así, en cierto momento uno tiene que proteger su propia voz para no quedar contaminado culturalmente de todo ese coro de voces de otros artistas.

CZ | Hay mucha gente de tu familia involucradas al proyecto, ¿qué suma eso, es un proceso natural, ¿cómo se produjo?
PA | Sí, suma en el sentido de que yo considero que cualquier actividad del ser humano es una coralidad, entonces una institución como el MACA, la Fundación Atchugarry es una coralidad en la que intervienen muchos actores y acá hay actores de la familia, entonces apoyan y ayudan a la realización de los objetivos. Es de mucho esfuerzo, de mucho sacrificio todo esto. Nosotros con mi esposa, Silvana, vivimos en Italia pero tenemos la cabeza en Uruguay, en el MACA, tratando de resolver cosas, de llevar adelante proyectos. Sí la familia está cerca y se transforma en un proyecto familiar lo que siempre es una gran cosa.

CZ | ¿Cuándo y cómo sabés que una obra está lista?
PA | Una obra está lista cuando se puede cortar el cordón umbilical. Cuando se puede cortar el cordón umbilical quiere decir que la obra no te pertenece más. Es una obra que es de la humanidad, que va a seguir su propio camino como un hijo. Ese es el momento, cuando uno se puede separar.


CZ | ¿La obra se busca o la obra se revela de alguna manera?
PA | Creo que hay una búsqueda y hay un encuentro simultáneamente. Entonces el encuentro es muy importante, cuando podemos encontrar porque eso significa que no previste todos los detalles de la obra, sino que también encontraste. Así, ese ser permeable al encuentro enriquece la obra final.

CZ | ¿Cuál es tu relación con la poesía, leés poesía?
PA | Leí mucha poesía, ahora cada vez tengo menos tiempo, pero la poesía es como el alma más delicada del ser humano.

CZ | Se dice a veces que la última obra es la mejor, la preferida ¿te sucede eso?
PA | Digamos que uno está más cercano a lo último que ha hecho, por algo lo hizo y tiene también la cercanía del tiempo, pero yo tengo hijos de otras generaciones y los respeto por más que yo haya cambiado y mi imagen haya evolucionado hacia otros lados. Pero, solo gracias a una obra que se hizo hace cuarenta años es posible que nazca otra que se hizo hace unos pocos días.

CZ | Por último, ¿quién es Pablo Atchugarry?
PA | Pablo Atchugarry es alguien que dedicó su vida al arte.

[1] Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry






Carolina Zamudio. Periodista, poeta y ensayista. Master en Comunicación Institucional y Asuntos Públicos. Entre sus libros destacan, «La oscuridad de lo que brilla», edición bilingüe español/inglés, (Estados Unidos); «Rituales del azar», edición bilingüe español/francés, (Francia); «La timidez de los árboles», (Colombia); «Vértice», edición bilingüe español/italiano (Italia) y «Las certezas son del sol», (España). Premio Universitarios Siglo XXI del Diario La Nación y Corona al Poeta (Argentina). Creó y dirige la Fundación Esteros y la revista del mismo nombre, además de llevar adelante el Encuentro Esteros.