Novedades editoriales

Invitamos a conocer estos libros de poesía, ensayo y narrativa. Gladys Franco, Pedro Rosa Balda, Jorge Arbeleche y Fernando López Lage, entre otros.

LA BESTIA DEL AMANECER de Gladys Franco

Nada parece más frágil que las palabras. Pero ellas nos han transformado en lo que somos. Nada parece más efímero que un poema. Pero la poesía escribe la Historia.

La bestia del amanecer puede pensarse como un diálogo virtual con otras voces poéticas que han estado al filo de los mismos abismos que aquí se transitan. Poco importan el tiempo y la distancia. Todos los dolores son el dolor. Y los crímenes, impunes para la justicia humana, quedarán por siempre inscriptos en el libro de la culpa. Esas voces que señalan y denuncian, tejen puentes que humanizan, desentierran lo muerto para hacer posible la vida.

No hay que insistir demasiado en decodificar las metáforas. Hay que entrar en el idioma poético y dejarse llevar. La bestia del amanecer puede ser la amenaza constante del caos o de la soledad, la furia ciega del odio o la descarnada –descarada– voluntad de poder. Pero también es la memoria que ilumina, la verdad dolida que se impone y nos desafía.

Una vez más Gladys Franco muestra en esta obra que lo trascendente y lo cotidiano son las dos caras, mutuamente necesarias, de lo humano. De lo más humano de lo humano.

Luis Correa Aydo


Gladys Franco, escritora y psicoanalista, nació en Tacuarembó y vive en Montevideo. Este es su cuarto libro de poesía. Previamente publicó Ceremonia de secretos (Imago, Montevideo, 1982); Emigración de las golondrinas (Imago, Montevideo, 1986); Manuscritas (Cantalao, Montevideo, 2009) e integró obras colectivas: Concurso 12 de octubre (Arca, Montevideo, 1982); Poesía uruguaya contemporánea (Mirall de Glac, Barcelona, 1986); Poesía latinoamericana actual (Zurgai, Bilbao, 1994); Letras del mundo (Nuevo Ser, Buenos Aires, 2004). En narrativa publicó las novelas Una almohada suave y perfumada (Trilce, Montevideo 2000) Solo para ti (Yaugurú, Montevideo 2016) y el libro de cuentos Mañana será otro día (Yaugurú, Montevideo 2019) 


PESO PLUMA de Pedro Rosa Balda

Peso Pluma, el cuarto opus de Pedro Rosa Balda (Manta-Ecuador) es un manifiesto por la sencillez, esto queda claro desde el primer poema:

Ser ligero sin ser superficial
profundo sin ser pesado
…that is the question,

Y se confirma a lo largo de este libro que reúne silogismos y poesías cortas. Para el autor, la poesía debe pensar, ser un medio de conocimiento, antes que preocuparse por ser formalmente bella. El poeta debe intentar decir y no encerrarse en un juego de metáforas inicuas. Peso Pluma es un libro del desencanto, «desencanto activo» (según palabras del poeta), no desprovisto de cierta dosis de humor negro.

PESO PLUMA. Editorial La caída, 2020.
Cuenca-Ecuador.

Si has de ser absurdo, selo con gracia.

Si cualquier acción tuya será
de todas maneras, inútil
¡llévala a cabo con elegancia!

Que el estilo sea tu dignidad,
tu suprema venganza,
el canto de tu desencanto.

«Pensaba en la muerte y apareció un carroñero
¿tendrán olor los pensamientos?»

Estar demasiado cuerdo,
demasiado lúcido,
es tu locura.

Precisas de una locura que te cierre los ojos,
no de una que te los abra; de una locura común
y corriente, que sea de este mundo.

Un escarabajo empujando una bola de estiércol:
no hay insecto más parecido al hombre, pienso.

Vas con la cabeza lejos: en varios
sitios a la vez, y a la vez, en ninguno.
En su lugar hormiguea
el vacío, cruje el silencio.
Flotar sin razón, no es lo tuyo:
tu corona de clavos y gusanos
te hace falta;
extrañas ese peso atroz, inútil,
bajo el cual, día a día, te hundes.

Tiene mérito, mucho mérito,
estar muerto, terriblemente
muerto,

y seguir intentando ser
de otra manera;
no arrugarse la camisa,
no mancharse el pantalón;
pintar un cuadro,
escribir un poema;
hacer el amor.
Estar muerto, terriblemente
muerto, y saludar todavía,
y continuar tropezando
con la misma silla,
sentándose a la misma mesa,
hablando con la consabida voz,
las palabras de todos los días.

De repente, camino al mercado,
la aseveración de Demócrito:
todos los poetas están locos,
y la refutación de Horacio
a esas palabras.
Sus voces claras, que no ha
obliterado el paso de los siglos,
se mezclan con la tuya cuando preguntas
por el precio de los mangos.


Con dormir solamente, no apareció́ lo perdido,
no resucitaron tus muertos, no mejoraron
ni empeoraron tus vivos;
la botella continúa mitad vacía, mitad llena,
inconcluso el poema, y la misma araña
cuelga de la consabida lámpara;
el niño de la fotografía pedalea aún
su bicicleta nueva frente a la soleada
puerta de una casa.
Tu cabeza está en su puesto, entera su melancolía:
no se ha caído durante la noche y rodado
bajo la pequeña mesa, que, dicho sea de paso,
sigue en pie, con su jarrón, sus rosas y su soledumbre.


Pedro Rosa Balda (Manta-Ecuador). Reside actualmente en Ecuador tras haber vivido muchos años en Francia donde ejercía la docencia y la traducción. Es autor de los poemarios Veladuras, Editorial El Conejo, Quito, 2007; y Uves como cuervos, El Ángel Editor, Quito, 2013, traducido al francés por el poeta Rémy Durand. Formó parte de la Antología de Poetas Latinoamericanos de fines del siglo XX (Editorial Vericuetos, París-Francia, 1998). Sus textos han aparecido en varias revistas literarias, las publicaciones más recientes han sido en las revistas de poesía Aurora Boreal y Les Carnets d´Eucharis. Se dedica también a la pintura y a la fotografía.


ESCRITURAS de Jorge Arbeleche

Niebla. Un velo se entreabre. Asoma
un verso. Se esconde, huye, reaparece
furtivo, húmedo, resbala, le persigo la sombra.
Lo atrapo. Escucho el mundo en el paso del fieltro
de las comas, en el redoble de los puntos.
Soy la escritura y soy el que la escribe.
Se alza el verso, Vuela a la altura.
Aunque sea innoble la vejez, indigno el sufrimiento,
miserable el dolor y quien lo sufre. Impúdicas
las grietas por donde aúlla sin cesar el tiempo.


Jorge Arbeleche (Montevideo, 23 de octubre de 1943). Poeta, ensayista, y profesor de literatura uruguayo. En 1999 recibió el Premio Nacional de Literatura de Uruguay. En el año 2000, recibió el Primer Premio del Ministerio de Educación y Cultura. En el año 2018, recibió el Premio Escarcela Uruguay.


VÉRTICE de Carolina Zamudio, traducción de Emilio Coco.

«La verdad eterna necesita del lenguaje humano, que varía con el espíritu de la época»

Carl Gustav Jung, La psicología de la transferencia

Una poeta auténtica –y Carolina Zamudio lo es– posee el antiguo don de los alquimistas espirituales: la transformación de las palabras gastadas por el uso y los lugares comunes, en nuevas interpretaciones a partir del restablecimiento de los vínculos con paradójicas imágenes arquetípicas. Por eso, los poemas de Vértice tienen el sabor simultáneo de lo conocido y de lo extraño. A veces, la voz susurrante y extenuada de una amante de orgasmos luciferinos, surge entre las sombras y las sábanas de un lecho húmedo a la madrugada. Pero después se nos revela el abismo insondable: su cuerpo es un micro- cosmos que alberga los mares, los misterios, los soles y las lunas, los fragmentos memoriosos de vidas anteriores, el flujo y el reflujo de las mareas. De allí surge esta advertencia:

«No creas, querida, en la ilusión que viene y pasa. Todos somos una isla bañada por las mareas de otros».

¿Quién habla cuando se compara con los ojos de un pez en la agonía, con la avidez del pescador, con las sombras de los pájaros, con una puerta antigua, con las ruinas de una fortaleza, con una partitura de hilos invisibles, con una casa interior de músicas sibilinas? Quizá en su poema el vértice de algo se nos revelan las facciones del que enumera detrás de la máscara:

«Una hermandad de gaviotas, un tul de nubes a punto de desgarrarse. las aves ahora se desalinean, son el vértice de algo, quizá de la tarde que quiere desarmarse en el agua y cede tranquila a todo recato, como el estar aquí nosotros donde se vuelven a crear el verde, los naranjas, todo, como la primera vez».

Es una voz que descubre que en realidad es una legión de seres que pugnan por reflejarse en los espejos de la vida consciente y las olas gigantescas del «proceloso mar» (el mismo al que le cantó Homero y que Jung denominó «inconsciente colectivo»), explotan en añicos los rostros de las personalidades superficiales. Entonces, la poeta desciende a las honduras de ese océano y pretende llegar al conocimiento de su «si-mismo», del «animus» de su psique profunda. En un encuentro que siempre será el gran misterio simbólico de un ser: El rosarium philosophorum de las bodas alquímicas del andrógino psíquico. El pescador (su animus masculino) y el pez (su anima femenina). la sed y el agua, la luna negra y el sol rojo, la coexistencia de los opuestos.

Vértice es una obra de poemas exquisitos, luminosos o crepusculares, intimistas en ocasiones, con silencios cargados de eróticas desenfrenadas, pero también es la nostalgia de un viaje espiritual al origen de la poesía y al embrión cósmico de la poeta que lo escribió. Su lectura me hizo evocar el comentario de Carl Gustav Jung ante el lenguaje poético de Schiller: «El poeta habla de una fuente de pura belleza que mana allende todos los tiempos y generaciones por lo que también surge en todo ser humano. Pero no es al hombre de la antigüedad griega a lo que el poeta se refiere, sino al viejo pagano que hay en nosotros mismos, al trozo de naturaleza eterna e incontaminada y de belleza natural que anida inconsciente pero vitalmente en nosotros y cuyo vislumbre nos exalta las figuras de remotas edades y en virtud del cual cometemos el error de creer que aquellos seres poseían lo que nosotros buscamos».

Carolina Zamudio, como otra manifestación arquetípica de la «diosa blanca» de Robert Graves, ha logrado gestar palabras liberadas: un torrente de runas mágicas, atravesando edades y cerebros, especies y universos, cuerpos y montañas. las palabras abiertas al vacío, flotando en el ensueño, soñadas por los dioses y los demonios, encarnadas en la sangre de lo humano.

Orlando Mejía Rivera


Carolina Zamudio, (Curuzú Cuatiá, Argentina, 1973). Poeta y ensayista. Publicó: Seguir al viento (Argentina); La oscuridad de lo que brilla, bilingüe español/inglés (Estados Unidos); la antología Doble fondo XII; Rituales del azar, bilingüe español/francés (Francia); las plaquettes Teoría sobre la belleza y Las certezas son del sol (Argentina); La timidez de los árboles (Colombia); El propio río (Perú) y Vértice, bilingüe español/italiano (Italia). Como antóloga, reunió la obra poética de Luis Fernando Macías, bajo el título Todas las palabras reunidas consiguen el silencio (Estados Unidos). Magíster en Comunicación Institucional y Asuntos Públicos por la Universidad Argentina de la Empresa y Periodista por la Universidad Católica Argentina. Creó y dirige la Fundación Esteros y la revista del mismo nombre. Reside en Uruguay. www.carolinazamudio.org


JOAQUÍN TORRES GARCÍA EN LA CRISIS DEL ARTE MODERNO de Juan Fló

«Hace más de treinta años que estos ensayos de Juan Fló sobre la obra y el pensamiento de J.T.G. debieron ser compilados. Nadie puede dudar que es el principal estudioso y mayor erudito sobre la obra de Torres García. Ya desde los años 50, luego de una estadía en Europa en que realizó estudios de filosofía en Francia y dedicó un buen tiempo a los museos, Fló estudia la obra y el pensamiento de J.T.G. con relación al proceso de transformación del arte y de las ideas durante el siglo XX, lo que ha dado lugar a voluminosos trabajos que han permanecido inéditos y dispersos hasta ahora.

«¿Cómo mirar la obra de Torres García sin tener en cuenta la relación coral de los lenguajes pictóricos que practica y enseña en Montevideo, en diálogo con sus ideas?», se pregunta Fló, con cautela de no caer en hipótesis reduccionistas.

Aun cuando algunos de los escritos aquí compilados hayan obedecido a demandas circunstanciales como catálogos de exposiciones, revistas, semanarios, congresos internacionales
o acuerdos concertados con el propio Museo Torres García, lo cierto es que en todos se verifica un compromiso intelectual indeclinable del autor con el tema tratado, y si hay reiteración de ciertos conceptos, tiene lugar en diferentes contextos analíticos, de modo que siempre requieren una nueva lectura e interpretación.»

Gabriel Peluffo Linari


Juan Fló (Montevideo, 1930). Catedrático de Estética de la Facultad de Humanidades entre 1970 y 2011, en la década de su ausencia durante la dictadura coordinó y prologó para Buenos Aires libros como Teorías Cubistas, Delacroix, diarios y otros escritos sobre arte, más algunos títulos que quedaron en pruebas de página y galeras como Miró -carnets y entrevistas, Paul Cézanne -conversaciones con Gasquet y cartas sobre su pintura, entre otros. Colaboró con la editorial Galerna donde dirigió la colección Polemos; allí aparecieron Contra el arte moderno, Contra Borges, Los surrealistas contra, y prólogos para varios libros de la colección Aves del Arca (muchas de estas introducciones firmadas con seudónimo). Junto a Alberto Oreggioni y Julio Rodríguez publicaron la revista Praxis (1967). Fue premiado en 1975 por su cuento policial El tercero excluido en un concurso del semanario argentino Siete Días Ilustrados con un jurado integrado entre otros por J.L. Borges, Roa Bastos y Marcos Denevi. En 1984 obtuvo la Beca Guggenheim. Muchos de sus trabajos sobre arte, estética y filosofía se encuentran dispersos como prólogos, ensayos en revistas y libros colectivos, así como en catálogos especializados y en publicaciones universitarias. Es sin duda el mayor especialista nacional sobre la obra de Joaquín Torres García. Su libro Imagen, Ícono e Ilusión fue editado por la Universidad de la República y reeditado posteriormente por Siglo XXI (México, 2010).


MADMAXISMO de Fernando López Lage

En Madmaxismo la configuración de diversas capas articula una crítica al pensamiento normativo de la modernidad en Occidente. Un ensayo que cuestiona los saberes que conforman la cultura del antropocentrismo y el humanismo europeo, visibilizando los síntomas del pasaje hacia una cosmovisión poshumanista, donde la tecnología se presenta omnipresente. Ideas de naturaleza, artificialidad, ecología, planeta, esencia, biopolítica, cyborg y humano son temas que articulan el pensamiento y el arte contemporáneo desde la mirada de López Lage, una de las voces más relevantes en el ámbito de las artes visuales en el Uruguay del siglo XXI. Ejemplos de arte uruguayo e internacional recorren el libro a modo de casos para visibilizar el poder simbólico y como el zeitgeist mapea una nueva forma de habitar el planeta.

Desde el prólogo, Mariela Yeregui comenta: López Lage despieza el aparato de pensamiento hegemónico y lo arremete, realizando un collage reflexivo —casi una herejía— donde pocos títeres conservarán su cabeza.


Fernando López Lage (Montevideo, 1964). Es director de la Fundación de Arte Contemporáneo (fac), donde desarrolla tareas como docente y curador. Entre sus curadurías se destacan: CP 2003, de Clemente Padín (Centro Municipal de Exposiciones – Subte); Vislumbres, de Marcelo Brodsky (Fundación de Arte Contemporáneo); Invisible I, II, III y IV (CCE en Montevideo, Colección Engelman Ost, Molino de Pérez y CCE en Lima); Bordes, de Margaret Whyte (Premio Figari, 2014); Caballo de Troya, de Carlos Barea (MNAV, 2011). Como artista ha expuesto en su país en el Museo Nacional de Artes Visuales, Centro Municipal de Exposiciones – Subte, Colección Engelman Ost, Galería Xippas, SOA Galería y Galería del Paseo (Manantiales), y en Estados Unidos en Darrel Couturier (Los Ángeles), Linda Moore Gallery (San Diego) y Mia Gallery (Seattle). Artista en comisión del Centro Cultural de España, fachada del edificio e intervención edilicia para el piso de la mediateca (Montevideo, 2005). Ha recibido numerosos premios en concursos de arte, de los que destacamos: Mid American Art Alliance y la Usia (New York, Los Angeles, New Orleans, Chicago, San Francisco, Texas, Washington, México); Residencia de artista en la Universidad de Texas, donde expone en el Fox Fine Art (El Paso, Texas); Bienal de Pintura de Cuenca (Premio Le Parc al mejor pintor latinoamericano menor de 35 años, 1989; y 1994); Bienal de La Habana (1992). En 2007 participa en la Bienal del Mercosur, Conversas. En 2017 recibe la beca Justino Zavala Muniz – Fondo estímulo a la creación artística/ MEC. Su libro El color Pharmakon, una mirada desde la práctica artística (Estuario editora, 2018) obtuvo una Mención de Honor en los Premios Nacionales de Literatura, 2020.


CASI MIL RAZONES PARA SER POETA de Sergio Marentes

Las razones del poeta

A la poesía le pasa lo mismo que a los milagros, existen, suceden cotidianamente, pero no todas las personas consiguen darse cuenta de ello a pesar de que la vida misma per se es poesía. Estamos tan ocupados sobreviviendo que dejamos de lado todo ello. Afortunadamente no sucede así con todos, no sucedió ni sucederá nunca con Sergio Marentes.

Desde que lo conocí hace varios años está ocupado siendo poeta, aunque en este libro él exponga sus más de mil razones para serlo creo que lo lleva en la sangre, brota de él a cada momento, la poesía es con él.
Y Sergio se le ha entregado con todas las fuerzas de su alma porque al final de cuentas poema y alma son prácticamente la misma cosa. Sus Casi mil razones me han llevado de la reflexión, a la sorpresa y viceversa, sin embargo, hasta antes de este libro nunca me lo hubiera imaginado buscando razones para ser poeta porque creo que él lo es genuinamente, es decir, razones o no razones nació poeta y por lo tanto es imposible que exista sin poesía.

Un poeta como Sergio porta las gafas de las maravillas, esas que ven en los brillantes ojos de un niño estrellas y entre las rosas rojas los labios de la mujer amada. Las palabras son su hálito de vida, las construye y descompone a un mismo tiempo. Con ellas riega los campos y a través de ellas se nutre y sigue respirando.

Las palabras entonces se le entregan, se rinden ante su pluma y permiten que las haga danzar en el papel. Y mientras reflexiona en las casi mil razones para ser poeta ellas le entregan sus dos mil rostros para que las pueda hacer latir en un poema. Los poetas son maravillosos, las palabras lo saben y se sienten a salvo entre ellos.
Porque basta cualquier pretexto, como es el caso de este libro, por ejemplo, para hacerlas jugar y revolotear, ya que a final de cuentas el verdadero poeta lo que busca es escribir para ser feliz, sin más pretensiones. Y en este simple y fino acto la realidad, no la aparente, sino la otra, aparece sutilmente, se cuela, juega con la razón, define lo que al parecer ya se ha definido, pero de forma distinta.

Entonces ¿por qué leer las Casi mil razones para ser poeta? Porque siempre es revitalizador, revelador, enriquecedor entrar de visita a los paraísos ajenos, observarlos, caminarlos, sentirlos, olerlos a través de cada frase y cada sentencia, descubrir que hay otros mundos que observan todo con ojos distintos, que la poesía es distinta para cada lector pero también para cada poeta y entonces, al estar inmerso en ese otro universo maravillarnos por la grandeza infinita de las palabras, de sus posibilidades, de su eterno nacer y renacer de tantas maneras probables e improbables.

Gracias a la vida por regalarnos poetas, tengan o no razones para serlo. Porque mientras ellos existan, los pasos del tiempo dejarán sus huellas, los relojes seguirán corriendo a ninguna parte —lo cual es fantástico porque en ese hueco caben otras cien mil circunstancias—, y en la profundidad de los sueños y los despertares siempre existirá ese verso que nos completa, que nos hace caber en un suspiro, que nos proyecta o nos sepulta para hacernos renacer.

Así que agradezcamos a Nicanor Parra, a las piedras, al universo, a los gatos, al Internet, a la falta de trabajo, a los números, a las mariposas, a José Alfredo Jiménez, al mundo, a los verbos, a la edad, al silencio, a los agujeros negros, a los pájaros, al siglo y a otros cientos de razones porque gracias a ellas tenemos hoy un poeta que nos entrega este libro para comprender las razones que ha tenido para ser un hacedor de palabras en un mundo cada vez más silencioso.

Elena Ortiz Muñiz
Guanajuato, enero de 2021


Sergio Marentes (Bogotá, 1983). Narrador y poeta bogotano. Fundador de colectivos artísticos y poéticos. Integrante de los comités editoriales de diferentes revistas y colectivos. Parte de su obra ha sido traducidos al inglés, al francés, al italiano y al portugués. En äëïöü editores ya se inició la publicación de su obra completa bajo el título «Biblioteca Marentes». Algunos títulos son Segunda poesía del poeta menos poeta; La diferencia entre invento y descubrimiento; Llagas en la vagina de Magdalena; Poesía, si no es mucho pedir (Hexalogía compuesta por seis libros).




APOSENTO de Carlos Roberto Gómez Beras

Esta nueva entrega del premiado poeta caribeño se centra en el recuerdo. Los textos poéticos oscilan entre el lenguaje lírico y lo narrativo en un intento por apre(h)ender (d)el pasado aun sabiendo el riesgo (la herida) que tal empresa ofrece.

EL APOSENTO

Entro al aposento.
Una luz manchada se ha apoderado
de las paredes, alguna vez blancas y tersas.
Doy pasos torpes entre las cosas
que me miran como a un extraño
que vuelve de una batalla inútil.
¿Quién eres?, me pregunta la silla espartana
donde mi madre exorcizaba mis fiebres nocturnas.
¿Qué buscas?, me recrimina la mecedora añeja
donde mi abuela tejía redes para pescar mis sueños.
Yo, en silencio, logro llegar hasta la cama,
ahora encogida ante mi altura de hombre cabal,
y me siento en ella y me hundo en el colchón
como si cayera al vacío a mitad de un vuelo,
tan irremediable, desnudo y frágil
como sólo un cuerpo usado puede caer.
Entré al pasado y no volví a salir (ileso).


Carlos Roberto Gómez Beras. Nació en República Dominicana (1959) y (re)nació en Puerto Rico (1964). Es catedrático, editor y poeta. Sus libros han obtenido en 6 ocasiones el Premio Nacional de Poesía: los que otorgó el PEN Internacional de PR a Viaje a la noche (1989), Mapa al corazón del hombre (2012), Árbol (2017), Sólo el naufragio 2018); y, además, el que recibió Errata de fe (2015) y Aposento (2019) del Instituto de Literatura Puertorriqueña. Sus poemas han sido traducidos, además, al francés, inglés, italiano, estonio, alemán y serbio; difundidos en revistas nacionales e internacionales; e incluidos en antologías caribeñas y latinoamericanas. En el 2013 fue invitado como Poeta Residente (bajo la Beca A. W. Mellon y la gestión de la Dra. Dinorah Cortés Vélez) en Marquette University.