Editorial

La caza de la cierva

Puesto que ahora los poetas inundan las pantallas, cabe preguntarse si con ellos viene también la poesía. En medio de esa selva de versos, la poesía repta sigilosa junto a las aguas del venero; pero su presencia es casi un milagro. Ella sabe que están dispuestos a devorarla con sus bestias hechas de palabras y, más que manifestarse, huye; en la algarabía de los gritos y las muecas se camufla, se hace inalcanzable. Su imagen solo es visible para el ojo simple, desaparece ante la mirada doble.

Así como en los viejos tiempos se emprendían ruidosas expediciones para el ejercicio de la caza de la cierva, en estos tiempos una multitud de poetas ha salido en procura de la poesía. Su método podría entenderse como la depredación de las palabras por medio de la proliferación de sus voces en la red. Entre todos ellos, ¿cuántos moriremos engañados, sin saber, ay, que la poesía nunca se apiadó de nuestros versos, nunca descendió hasta el intersticio de la respiración en el poema?

Luis Fernando Macías

Octubre, 9 de 2020