Un panorama del movimiento objetivista (Parte I)

El poeta Mariano Rolando Andrade nos abre la puerta hacia uno de los momentos claves de la historia de las vanguardias literarias: el objetivismo lírico. En esta selección —que estará dividida en dos partes—, conoceremos la obra de poetas objetivistas en una traducción exclusiva para Esteros.

Por Mariano Rolando Andrade


Charles Reznikoff (1894–1976)

Un hijo con un futuro

Cuando tenía cuatro años, se detuvo ante la ventana durante una
   tormenta. Su padre, un sastre, sentado a la mesa cosiendo.
   Caminó hacia su padre y dijo: «Sé lo que origina al
   trueno: dos nubes chocándose».
Cuando era más grande, recitaba famosas diatribas en fiestas.
   Todos dijeron que sería abogado.
En la facultad de Derecho, ganó un premio por un ensayo. Luego,
   se convirtió en el amigote del hijo único de una rica familia. Se decía
   que ellos se ocupaban del mundo del joven abogado.
La División de Apelaciones consideró la cuestión de su inhabilitación.
   Sus parientes escucharon rumores de desfalco.

Cuando era niño, para continuar en la escuela, había trabajado en una
   farmacia.
Ahora regresó a su medio olvidado trabajo, entre perfumes
   y acres drogas, silencioso tras el revuelo de los
   tribunales y la inspección en libros legales.
Tenía apenas suficiente dinero para comprar una farmacia en una calle
   lateral.
Surgió la epidemia de gripe. El viejo sastre aún tenía su tienda
   y sentado a la mesa con las piernas cruzadas cosía, pero estaba
   medio ciego.
También él enfermó. Mientras yacía en la cama pensaba: «Cuánto
   dinero deben estar haciendo los doctores y farmacéuticos. Ésta
   es la oportunidad de mi hijo».
No le dijeron que su hijo había muerto en la epidemia.


El funeral en el gueto

Secundado por sus amigos, harapientos hombres trastabillando en los
   adoquines,
y sus hijos, rostros colorados y feos con lágrimas, ojos y
   párpados colorados,
en el negro féretro en la negra carroza el viejo hombre.

Ya no se aflige en secreto
de que sus hijos no son lo suficientemente fuertes para andar el camino que él
   quería andar
y no fue lo suficientemente fuerte.


A Son with a Future

When he was four years old, he stood at the window during a
   thunderstorm. His father, a tailor, sat on the table sewing.
   He came up to his father and said, “I know what makes
   thunder: two clouds knock together.”
When he was older, he recited well-known rants at parties.
   They all said that he would be a lawyer.
At law school he won a prize for an essay. Afterwards, he
   became the chum of an only son of rich people. They
   were said to think the world of the young lawyer.
The Appellate Division considered the matter of his disbarment.
   His relatives heard rumours of embezzlement.

When a boy, to keep himself at school, he had worked in a
            drug store.
Now he turned to this half-forgotten work, among perfumes
   and pungent drugs, quiet after the hubble-bubble of the
   courts and the search in law books.
He had just enough money to buy a drug store in a side
            street.
Influenza broke out. The old tailor was still keeping his shop
and sitting cross-legged on the table sewing, but he was
            half-blind.
He, too, was taken sick. As he lay in bed he thought, “What a
   lot of money doctors and druggists must be making; now
   is my son’s chance.”
They did not tell him that his son was dead of influenza.


Ghetto Funeral

Followed by his lodge, shabby men stumbling over the
   cobblestones,
and his children, faces red and ugly with tears, eyes and
   eyelids red,
in the black coffin in the black hearse the old man.

No longer secretly grieving
that his children are not strong enough to go the way he
   wanted to go
and was not strong enough.

Extraído de Charles REZNIKOFF, «The Poems of Charles Reznikoff», Edited by Seamus Cooney, Black Sparrow Books, New Hampshire, 2005.
Traducción Mariano Rolando Andrade



Charles Reznikoff nació en Nueva York, hijo de judíos que escaparon de la persecución en la Rusia zarista. Su poesía es un retrato de las experiencias de los inmigrantes pobres en Estados Unidos, para lo cual se apoyó mucho en trabajos de investigación de casos judiciales en los tribunales. Reznikoff participó en la legendaria edición especial de la revista «Poetry» de febrero de 1931 dedicada al Objetivismo, y que incluyó a Louis Zukofsky, George Oppen, Carl Rakosi y otros. Esta escuela definía al poema como un objeto palpable con el eje puesto en la sinceridad, inteligencia y una visión clara del mundo. Reznikoff no fue un poeta reconocido en vida y su trabajo fue mayormente publicado en pequeñas editoriales independientes. Solo a partir de 1960 su obra comenzó a ser más difundida y poco después de fallecer se publicó su poesía completa y una novela inédita, hallada entre sus papeles.




Louis Zukofsky (1904-1978)

Sobre la moribunda belleza

«Evítanos la moribunda belleza», grita la Juventud,
«de dioses de mármol que en polvo se descomponen-
con ojos inmensos y pensativa con una antigua verdad
de que incluso los dioses partirán, como a las viejas cosas ocurre».
Cuando el agonizante esplendor envejece en triturada tierra,
y el lento movimiento del tiempo oscurece los cielos silenciosos,
la Juventud llora lo viejo, pero da a una nueva belleza nacimiento
y crea de nuevo, aunque la vieja belleza muere.
El tiempo interpreta una endecha en viejos lugares
donde las ruinas son un canto de transitoria fortaleza,
como es el agotamiento de los envejecidos rostros
un símbolo de una belleza perdida lejos.
Pero la juventud siempre vendrá tenaz y alegre-
un dios sol en un templo de decadencia.


Of Dying Beauty

«Spare us of dying beauty», cries out Youth,
«Of marble gods that moulder into dust-
Wide-eyed and pensive with an ancient truth
That even gods will go as old things must.»
Where fading splendor grays to powdered earth,
And time’s slow movement darkens quiet skies,
Youth weeps the old, yet gives new beauty birth
And molds again, though the old beauty dies.
Time plays an ancient dirge amid old places
Where ruins are a sing of passing strength,
As is the weariness of aged faces
A token of a beauty gone at length.
Yet youth will always come self-willed and gay-
A sun-god in a temple of decay.

Extraído de Poetry Magazine, Enero de 1924.
Traducción de Mariano Rolando Andrade



Louis Zukofsky nació en el barrio del Lower East Side de Nueva York, en una familia judía de Europa del Este. Estudió en la Universidad de Columbia, donde comenzó a escribir poesía. Admirador de Ezra Pound, fue uno de los fundadores y el principal teórico del Objetivismo.
Su gran obra es el poema épico «A», en el que trabajó durante toda su vida. Publicó en total unos cincuenta libros, entre ellos ensayos críticos y ficción. «Of Dying Beauty» fue el primer poema de su autoría que apareció en Poetry en 1924, siete años antes del fundacional número de la revista estadounidense dedicado al Objetivismo.



Mariano Rolando Andrade Buenos Aires, 1973. Escritor, poeta, traductor y periodista. Vive en París y ha publicado la novela Los viajes de Rimbaud (1996), la antología bilingüe Poesía Beat (2017) y el poemario Canciones de los Mares del Sur (2018). Editó Luisa Futoransky: Los años argentinos (2019), primer volumen de la obra completa en verso de la poeta argentina. Fue seleccionado en la antología de poesía Buenos Aires no duerme (1998) y Atlas de la Poesía Argentina (2019) y ganó el Premio Juan Rulfo de Radio Francia Internacional (RFI) a mejor cuento en lengua francesa (2001). Colabora en diferentes revistas literarias de América Latina y sus poemas han sido publicados en Argentina, México, Colombia, Chile, Venezuela, España, Francia y Marruecos, y traducidos al francés, el italiano y el árabe.

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