Memoria del IV Encuentro Esteros

Presentamos una muestra de poesía de los invitados al IV Encuentro Esteros, que tuvo lugar en Montevideo y Punta del Este en Octubre de 2023. Diversos países, generaciones y registros se reúnen en esta memoria literaria.


selección por Juan Suárez



Pedro Larrea Rubio (España / Estados Unidos)

3

No deberían arder las ciudades
sino los hornos de pan y las farolas,
el combustible de los repartidores de gardenias
y las baldosas naranjas del paseo con sol reciente.
No deberían arder las ciudades
porque una ciudad es una cebra fogosa,
una ofrenda necesaria de sombra y luz
para aplacar la mandíbula del león humano.

No deberían arder las ciudades,
ni la que tiene piscina de leche para baño de unicornios
ni la poblada por escorpiones y tentáculos que los devorarían.
No deberían arder ni la torre ni la madriguera.

Deberían arder la muerte y su geometría.
Debería moldearse un cuerpo nuevo que recordara por sí mismo
cómo llegar al pantano en que se oculta la salamandra de la respiración.
Deberían arder las corazas. Deberían arder los rectángulos.

Pero no deberían arder las ciudades.


Pedro Larrea Rubio (España/ Estados Unidos). Autor de tres libros de poemas: La orilla libre (Ártese, 2013; Nueva York Poetry Press, 2019); La tribu y la llama (Amargord, 2015); y Manuscrito del hechicero (Valparaíso, 2016; Valparaíso USA, 2017). Su poesía ha aparecido en la prestigiosa Revista de Occidente. Como traductor, ha publicado la edición española de Book of Hours de Kevin Young (Libro de horas, Valparaíso, 2018). Es profesor en la Universidad de Lynchburg.




Juan Armando Rojas Joo (México / Estados Unidos)

De acuerdo al sagrado pergamino,
al cruzar el páramo,
una vereda de profundo azul
me llevará al centro de tu corazón.

Aquí parten dos veredas,
una extensa, otra corta,
mientras la luz traza el cielo
como la tela de una araña
y se inicia el día.

Aquí, sobre las dunas, escojo mi vereda.

Me detengo, guardo silencio,
siento soplar un viento suave, me acaricia el rostro.

Camino por la espina del desierto
                                                   y viajo hacia ti.


Juan Armando Rojas Joo (México / Estados Unidos). Poeta y ensayista. Ha publicado nueve poemarios incluyendo Como luz de río / Like River Light (Artepoética, 2019) y De caña de maíz y miel: 12 haikus de Ohio/On Cornstalks and Honey: 12 Ohio Haiku (Full/Crescent, 2018), traducidos al inglés por Jennifer Rathbun. Recientemente publicó Aurora Boreal, colección de audio-poemas que se puede escuchar en todas las plataformas musicales (2023), además ha publicado Posmodernidad y multiforma en la obra de dos poetas mexicanos contemporáneos: Alberto Blanco y Coral Bracho, una monografía sobre los poesía mexicana actual (Editorial Pliegos, Madrid, 2018), y coeditado dos antologías de denuncia poética en contra del feminicidio en Ciudad Juárez.





Lizette Espinosa (Cuba / Estados Unidos)

Big Sur

Es la frenética rotura de la piedra,
su caída en picada hacia el barranco,
la ola crucial que empaña el lente,
la curva que se pierde tras la bruma.

Es el ciervo, su patria,
como cruza sin prisa el segmento de asfalto
ante la incertidumbre de los hombres.

La silueta de Jack al borde del abismo
contemplando la vastedad que le sostiene.

Es el modo en que cae la luz desde aquel puente,
su visión entrañable,
para que yo celebre mi extrema pequeñez.


Lizette Espinosa (La Habana, 1969). Ha publicado los volúmenes de poesía Donde se quiebra la luz (2015), Por la ruta del agua (2017), Lumbre (2018) y Humo (2019), medalla de plata en el 2019 Florida Book Awards, Spanish language category, Ábaco (2020), y en coautoría, Pas de Deux (2012, International Latino Book Awards 2014 en la categoría de poesía escrita por varios autores) y Rituales (2016). Textos suyos aparecen en varias antologías internacionales. Ha colaborado como editora en diferentes blogs y revistas literarias. Desde el año 2003 reside en Miami donde se dedica profesionalmente al diseño de Ingeniería y Agrimensura.




Ella Haase (Estados Unidos)


Tú. Siempre ahí. Floreciendo cada bordillo y rebosando cada desagüe, eso eres
Tú.
¿Tú miras fijo a la melancolía? ¿A la pantalla en blanco? A los nudos tecleados o por teclear o
Tú te contentas con leer en un café. Un libro sin letra alguna de mi nombre.
Tú no eres celoso como lo estoy yo de cada camarera que te haya rozado la mano
Tú por el regreso de la humanidad, todo natural, todo en carne viva y químicamente abundas
Tú me amarras a esa pantalla, de nuevo, lo sé, pero ¿has considerado que…? Oh.
Tú tienes que irte.
¿Tú estás enfadado? Oh. La verdad es que no consigo que
Tú sientas nada en absoluto. Pero
Tú no sabes cómo
Te toco en mitad del día, tócame, dices, pero
Tú no eres más que una sonrisa congelada.
Tú no puedes tocar desde mi mesita de noche, no sí o no.
Tú no quieres hablar de cómo las magnolias
Te imitan y cariño no estoy resentida con
Tigo. Yo sólo
Te admiro más.
Te admiro más. Tomo cada blandura que
Tú me das y todavía quiero más.


Ella Haase (Estados Unidos): Desde muy joven me inspiré en escritores como Thoreau, con un interés creativo en torno a la naturaleza y la simbiosis de la vida vegetal y animal. Con el tiempo, empecé a gravitar hacia poemas abstractos que me aceleraban el corazón, la existencia solamente viva en las palabras. Siempre he querido conocer el mundo desde todos los ángulos. Una parte de mí se refleja en algunas de las preguntas retóricas que les hago a mis lectores. Yo quiero conocer y no he encontrado las preguntas correctas o sus respuestas todavía, pero mientras más leo y escribo, más cerca estoy de encontrarlas. Espero que quienes lean mi poesía encuentren alguna conmoción en ellos mismos, incluso si no saben aún lo que es.




Gabriel Chávez Casazola (Bolivia)

TATUAJES

Una mariposa de tinta se ha posado en la espalda
de esa muchacha.
Una mariposa de tinta que durará más que la lozanía
de la piel donde habita.
Cuando la muchacha sea una anciana, allí estará,
joven aún, la mariposa.
¿Cómo se verá la espalda de la muchacha
cuando la lozanía de su piel haya pasado?
¿Cómo se verá la muchacha que ahora ilumina
la verdulería, como una fruta más para mi mano?
¿Los viejos de mañana se verán como los de hoy
y los de siempre?
¿O serán diferentes, ellas con piercings en los senos caídos
y ellos grandes aretes en las orejas sordas?
¿Volarán mariposas en la espalda de las muchachas viejas,
arrugarán sus alas sobre camas del coma, se marchitarán flores
de tinta dibujadas donde se abren sus nalgas?
Tal vez no pueda verlo, ya yo estaré ido para entonces
con mi mano temblando bajo un jean de mezclilla
o con la mente ausente en la cannabis
procurando aliviar dolores cancerígenos.
Ah, una mariposa de tinta se ha posado en la espalda
de esa muchacha.
Una mariposa de tinta que durará más que su aire.
Cuando ella haya exhalado por vez última
allí estará la mariposa todavía.
¿Echará a volar cuando incineren su morada de carne?
¿Se pudrirá en la tumba como una concubina egipcia?
¿La escuchará alguien volar o quemarse o pudrirse
y podrá venir para contarlo?
¿Escuchará alguien la historia desde la soledad de sus audífonos,
de los grandes aretes en sus orejas sordas?
¿No son estas las viejas preguntas de siempre?
¿Volveré a ver a algún día a la mariposa?
¿Volveré a ver a la muchacha?
¿Continuarán existiendo las verdulerías?


Gabriel Chávez Casazola (Bolivia, 1972). Poeta, ensayista y periodista. Sus libros de poesía han sido publicados en 15 países de América y Europa, y está traducido a 10 idiomas. Entre sus obras se encuentran: La mañana se llenará de jardineros (2013), Multiplicación del sol (2018) y varias antologías de su poesía, como Cámara de Niebla, con seis ediciones en distintos países, la más reciente de ellas en México (2022). Entre otros premios, recibió la Medalla al Mérito Cultural de Bolivia y el Premio de la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz al Mejor Libro Editado del Año.Es docente del programa de Escritura Creativa de la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA); curador del Encuentro Internacional de Poesía “Ciudad de los Anillos” y dirige el taller de poesía “Llamarada verde” en la ciudad de Santa Cruz, donde reside desde el año 2007.




Denise Vargas (Honduras)

En los puertos

Nuestro amor parecía imposible pero no lo era.
Nos besábamos como se besan
los amantes en los puertos y las estaciones de tren.
Cada carta fue siempre la penúltima.
Hablábamos poco pues los amantes imposibles
no hacen planes el uno con el otro.
No imaginan tardes de domingo en el parque
con dos o tres pequeños y un helado de frambuesa.
No, nuestro amor rebasaba apenas el instante.
Nos mirábamos mucho y eso bastaba,
nuestros cuerpos conquistaban la censura,
tu espalda una playa a las cinco de la tarde,
yo una ola embravecida sobre tu hombro izquierdo.
Nos tocábamos como se tocan las cosas prohibidas
como otra forma de poseer, como otra manera de no olvidar.
Toda persona debería vivir al menos un amor imposible,
vivirlo antes de descubrir la verdad más triste de todas:
que no existen los amores imposibles,
solo los abandonados.


Denise Vargas (Honduras): Es poeta, gestora cultural y consultora independiente. Estudió literatura, lenguas romances y psicología en la Universidad de Dartmouth, de Estados Unidos, posteriormente obtuvo un MBA con énfasis en Finanzas. Su libro de poesía Martes como toda vida fue publicado en Costa Rica en agosto de 2016. Denise pertenece al taller de poesía Alicanto. Aparte de su experiencia laboral, fue Consejero de la Misión de Honduras ante las Naciones Unidas. Su último libro se titula: El ruido de la ciudad que abandonas.




Yirama Castaño (Colombia)

Mañana de sol

Padre
he encontrado la colina
y corro hacia ella sin temor.

Equilibro mi peso,
pero camino de lado.

Me han crecido los brazos
muevo la lengua
hablo con acento neutro
y trato de no subir nunca la voz.

Cuando salgo a pasear por las calles
siento que dejo atrás el viento.

Me gusta bailar.
Sin embargo, no he vuelto al circo.

Mi cabello llega hasta los hombros
y lo dejo suelto de vez en cuando
para que flote entre la noche

Mis dedos son largos, delgados y se mueven.
Ah, tengo ojos de mujer.

Aprendí a creer y a dar vueltas
en el carrusel de los caballos muertos
con el pie derecho
apuntando hacia mi sien.


Yirama Castaño (Socorro, Santander, Colombia). Poeta, periodista y editora. Participó en la creación de la Revista y de la Fundación Común Presencia. Hace parte del Comité Asesor del Encuentro Internacional de Mujeres Poetas de Cereté, Córdoba. Libros de poesía publicados: En los labios de la noche, poesía reunida (1990-2022), Animal sospechoso editor, 2022. El Sueño de la Otra, Ediciones El Humo, México, 2019. Corps avant l´ oubli, Cuerpos antes del olvido (Yirama Castaño, Stéphane Chaumet y Aleyda Quevedo), Ediciones de la Línea Imaginaria, Ecuador, 2016. Poemas de amor (Yirama Castaño, Josefa Parra), Ediciones Corazón de Mango, 2016, entre otros.




Hugo Rivella (Argentina)

RONDA DE AMOR Y ROSAS

a una historia de amor que me florece

Lame sus patas y ella se encabrita,
tira coces,
mordiscos,
en tanto el potro tensa en el sexo toda su hermosura.
Todas las primaveras va perfumando el aire con su cuerpo
Ella orina y la espuma es clamor de la escarcha,
una brasa que gime,
el badajo una estrella que busca una campana,
la música que sueña sus ancas entreabiertas.
Ella se queda quieta y al aventar su cola
una fruta secreta se ofrece ya madura para que la tierra resuene en la comarca.
Él la huele y los belfos desangran una luz de otras edades,
semillas de algodón,
sueños del trigo.
Ella muestra sus ancas, camina con la cabeza hundida en el relámpago,
arranca pasto verde y desflora el secuestro de su cuerpo
Él se envara y sus crines son flecos de la selva.
En su salvaje ternura la monta
y la penetra con todos los caballos
y todas las praderas.
La yegua abre sus pétalos y es una rosa en fuga hacia la vida.


Hugo Rivella (Rosario de la Frontera, Salta, Argentina, 1948). Ha publicado libros como: Algo de mi Muerte (1981), Yo, el Toro (Alción, 2008), De Fuego y Sombras (2010), Piedra del Ángel (UAEMex Toluca-México, 2011), Espinas en los ojos y siete poemas de barro (El Ángel editor, Ecuador, 2014). Ha obtenido varios premios, entre ellos: Tercer Certamen Lit. Universidad Nacional de Córdoba, año 1977, Primer Premio Poesía Juegos Florales Centroamericanos y de Panamá, Guatemala,1984; Primer Premio Poesía Club Jóvenes UNESCO, Buenos Aires, 1985; Primer Premio Poesía poema ilustrado Jorge Barón Biza, Córdoba, 2002; Primer Premio Poesía Concurso anual de coplas, Sec de Cultura, Salta; Primer Premio Concurso Nacional de la Zamba, Salta; Primer Premio Fondo Nacional De Las Artes, canciones de raíz folklóricas. Primer Premio Poesía Xxxvii Premio Leonor, España, 2018, entre varios otros.




Ernestina Elorriaga (Argentina)

MADRE

Madre
peina mis gemidos
haz que los pájaros negros que me acosan
se ahoguen en la página en blanco
acaríciame como si fuera una cría de nutria
sangre de tu cuerpo
piedra de agua en tus ojos soy
madre
peina mis gemidos
haz que se hundan en el estero
y se vuelvan ceniza
quiero ser arena roja soplada por el viento
y jugar descalza a la escondida
madre
¿Quién devasta a la niña de mi cuerpo?


Ernestina Elorriaga (Argentina): Participó en el Encuentro de Poetas con la Gente, Cosquín; Feria Internacional del Libro de Córdoba, Festival Internacional Poesía de La Habana, Cuba; Palabras de Poeta, Escuela de Lenguas de la UNC-Córdoba; Festival Internacional La Palabra; Festival Internacional de Medellín 2017. Fue publicada en antologías y tiene inéditos libros de poesía, y de cuentos para niños. Libros publicados: La lengua de la noche, ULEAM, Ecuador, 2019; El miedo de una casa inexistente, Editorial Alción-Córdoba, 2019. Mención Concurso Nacional Abuelas de Plaza de Mayo.




Juan Suárez Proaño (Ecuador)

El jardín

El jardín amordazaba el grito del granizo,
sometía a la ira entre los brazos de la hierba
y cuando todo lo demás era un derrumbe,
             el jardín se parecía a un país.
Allí nos sentábamos a menguar con los narcisos
que permanecían bellos después de morir
y nos invitaban a envejecer con mansa lentitud.

Qué más podía ambicionar un hombre
como yo
             que buscaba solamente un sitio
donde pudiera olvidar
la áspera belleza de las cicatrices.

Nadie, en mitad de su vida, dirá con honestidad
             que es feliz.
Pero ciertamente, ciertos días
uno sospecha conocer la paz.
Y parece que basta.
Pero entonces vemos revolotear un halcón oscuro
             tras las cercas,
una sombra, una insignificante ráfaga de aire
arropada a nuestros ojos con los velos de la epifanía.
Y nos parece ver una mano alzada en la distancia
y nos parece oír el temblor de lenguas
que dicen nuestro nombre. Y confiamos en ellas.
Y las seguimos.

Pero basta cruzar los límites del jardín
y uno se da cuenta que ha olvidado lo que buscaba
             con el mismo mínimo esfuerzo
             que requiere el odio
             cuando alguien se nos adelanta
             en la fila del hospital, en la fila de la historia
             o la verdulería.

¿Cuáles fueron las mínimas promesas que me hice
cuando salí del jardín
persiguiendo fantasmas que me prometían
conquistas que otros antes de mí habían agotado?
¿Qué llave de qué pobre reino pensé llevar a casa?
¿Qué promesa me hice
que al mirar por sobre el hombro
sé que no he logrado cumplir?

De nada sirven
el pensamiento, la culpa o el anhelo.
Al final solo importa encontrar
entre el polvo y la ceniza
una corteza de pan
que nos permita disimular las manos huecas
los huesos huecos, el tórax como vacío globo de fiesta
y decir que no todo fue un derroche de aliento,
             una forma lenta e incansable de perder.

Con ese jardín dejé un perro
dichoso de recostarse en la luz
y un amor que pudo ser el último.
¿Qué excusas les diré cuando vuelva?
¿Qué se debe decir
cuando uno regresa
y ya no está la respiración
de los que crecieron respirándose?

Las hormigas han hecho su país en el jardín.
Y en mis manos
la espada del futuro
             ya no sirve
ni para pelar naranjas.


Juan Suárez Proaño: (Quito, 1993). Poeta y editor. Máster en Teoría Literaria por la Universidad de Salamanca. Ha participado en la traducción de varios poetas para revistas y medios digitales. Ha publicado los poemarios «Lluvia sobre los columpios» (2014), «Hacen falta pájaros» (2016, El Ángel Editor), «Nos ha crecido hierba» (2018, El Ángel Editor), «El nombre del Alba» (Nueva York Poetry Press, 2019), «Las cosas negadas» (Premio Nacional de Poesía Paralelo Cero 2021; Reedición en El Cisne Negro editorial, Honduras, 2023) y «Almas de intemperie» (Antología, Llamarada Verde, Bolivia, 2023). Consta en varias antologías nacionales e internacionales. Es Editor en El Ángel Editor y Revista Esteros.




Ricardo Montiel (Venezuela / Argentina)

AGONÍA DE LOS DÍAS TERRESTRES

Digamos que te mudas de país. Cruzas el aire
continental, y vas de cama en cama
como esos fugitivos que nunca
deshacen el bolso ni cambian
de ropa. Pero esa
es solo una fase de la calesita
que irá disminuyendo en su entusiasta
velocidad inicial. Entonces te vuelves
tortuga voyerista (poeta)
bajo el caparazón de un empleado
cualquiera: partícipe regular en horas pico,
al día con las mínimas obligaciones
que el bolsillo y el estilo
te permiten. Pero esa
es solo una fase de la calesita
que irá disminuyendo en su entusiasta
velocidad inicial. Un día
digamos que el subte se demora: el parlante balbucea
el clásico eufemismo. Llegas más tarde
de lo habitual. Te encoges junto a ella (que llega mucho antes
que vos a casi todo) en una de las últimas
camas de este viaje. Te preguntas (digamos mentalmente)
cómo se pueden mantener por tanto tiempo
dos miradas que intercambian
la agonía de los días terrestres,
y ser feliz en lo fugaz
del error a la vez.


Ricardo Montiel. Nació en Maracaibo, Venezuela, en 1982. Poeta, narrador, músico y arquitecto. Radica en Argentina desde 2007. Ha publicado los libros de poesía Ciudad blanca sobre fondo blanco (Ediciones del Movimiento, 2015), Agonía de los días terrestres (Caleta Olivia – Rangún Editores, 2018; El Taller Blanco Ediciones, 2020), El rezo de los chatarreros (El Ángel Editor, 2021, Mención de honor en el VIII Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero), el inclasificable volumen S, M, L(LP5 Editora, 2021), y el libro de relatos Los regalos y las despedidas (LP5 Editora, 2022).



Javier Alvarado (Panamá)

EL RASPADERO

Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
Yo soy el guardián del hielo.
José Watanabe

A Eugenio a mi padre, ahora raspadero

El raspadero -sin saberlo- es el guardián del arcoíris sobre el hielo.
Regala rosas rojas derramadas sobre el cono
O amaneceres fúlgidos
Como la yema de un huevo
O el púrpura de unas uvas
Cuyo racimo
Es desprendido por las sacerdotisas de la carne,
O el grito de los monteadores que se saludan desde las arterias del calor
Cuando nos penetra la luz por las membranas de un espejo
Y los ojos de la piña vienen a recibirnos en las jarcias del sirope
O el naranja
Destellando
Junto al verde de la menta
Mientras van vociferando las pulpas del tamarindo; así para que vayan como una ofrenda a tus labios
Los sabores
Naturales
Y artificiales
Con la leche condensada del amor
Junto con la miel de las cañas
Que se acostaron para ser molidas y acariciadas por tu lengua
Para degustarte, lambisqueando, mordisqueando
El sabor y la coloración de las estaciones.

Amala rápido me dijo el sol
Y cumple con la vida.
Ámala en todas las transfiguraciones
Desde el hielo
Y cumple
Con la momentánea eternidad.

Ámala en todos los raspaos de tu reino.


Javier Alvarado (Santiago de Veraguas, Panamá, 1982). Licenciado en Lengua y Literatura Españolas por la Universidad de Panamá. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven de Panamá Gustavo Batista Cedeño en los años 2000, 2004 y 2007, el Premio de Poesía Pablo Neruda en 2004 y el Premio de Poesía Stella Sierra en 2007. Primer Premio de los X Juegos Florales Belice y Panamá, León Nicaragua. Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán 2011 en poesía con el libro «Balada sin ovejas para un pastor de huesos. Premio Internacional de Poesía Rubén Darío, entre varios otros reconocimientos. Ha publicado varios libros de poesía con los que ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales.




Elbio Chitaro (Uruguay)

(aspereza)

Esa flor
hace hablar, no hay otra.
Los pétalos rojos de ese geranio abatido,
quebrado,
retrotraen los ojos de mi madre cuando niña.
Por encima de esos ojos hay otros
que observan cada gesto,
cada movimiento que hacemos,
cada sensación de muerte.
La poesía no abarca todo,
no llega ni siquiera a cubrir la superficie.
Aspereza es su nombre de rigor. Aspereza es el quid
de su cuestión.

Esa flor
hace hablar a los estigmas, es como un rayo de sol
en mar furioso.
No hay poesía sino hay ambición.
De alguna manera el poeta
es la misma representación de la avaricia.
Lo quiere todo.
Deseo no es necesidad, y viceversa. Lo sabes.
Hoy la poesía se ha convertido
en un acto de stand up sin gracia.
Es patético comunicárselo a los que empiezan
a jugar al acto de expulsión de los demonios.
Ya nadie quiere ser
el que recibe las bofetadas.
Nadie quiere pagar derecho de piso.
Ya nadie hace el juramento
porque todos creen estar a salvo del infundio.
La poesía no tiene segundos actos,
es pura caída.

Esa flor
hace hablar. A mí, negro león
de suburbio, me tocó el cardo corredor.
Pudiera ser peor, la manufactura legionaria
de una corona de espinas;
la flagelación: 300 azotes al mar.
La poesía se limita a buscar silencios
entre el sufrimiento.
A veces sólo encuentra ludismo.
Sin embargo, el show debe continuar.
Nadie es imprescindible,
ni siquiera el dueño del freak show.
En sí, la poesía es el arte trashumante
de la ventriloquía.


Elbio Chitaro. (Durazno, Uruguay, 1961). Dos veces 1er. Premio Nacional de Poesía por Versión de Medea e Idealidad de cántaro. Tres veces 2do. Premio Nacional por Aguantaraz, Preferiría no decirlo y Extracción de la piedra de la locura según el Método Moskalenko. Publicaciones: Mal que nos pese (2022), otra piedra, otro corazón (2022), Extracción de la piedra de la locura según el Método Moskalenko (2021), Preferiría no decirlo (2020), Aguantaraz (2016), Idealidad de cántaro (2014). La impureza (2013) Palabras rotas (2010), Versión de Medea (2008) y La tristeza de la madre del caballo (2002).




Melisa Machado (Uruguay)

5.

Caminé en los ojos de los hombres
dormí con sus gemelos:
con el de pies de hielo
con el de tendones secos.
Estuve con el de los huecos tibios
con el de pupilas dulces
y con el de lomo y rabo.
Le di placer al vanidoso
le ofrecí verborragia al puro.
Dormí con el niño hambriento
silbé sobre su corazón perdido.
Intercambié dátiles con el muerto
mastiqué almendras con el vivo.
Olí la podrida humanidad
la delicada y justa hipocresía:
furia y pompa en los ojos ciegos.

(De “Madre”, 2019)


Melisa Machado (Durazno, Uruguay, 1966). Poeta, periodista cultural, docente de literatura creativa, terapeuta. Premio Nacional MEC 2019, Segundo Premio poesía édita 1994, entre otros premios y distinciones desde 1994 a la fecha. Beca FEFCA, Justino Zavala Muniz, 2012, por diez años de trayectoria. Beca CUNY/MEC, N.Y. Universidad Estatal 2009, Fondo Editorial Amanda Berenguer 2021. Libros de poesía: Ritual de las Primicias, 1994. El lodo de la estirpe, 2004. Rituales, 2011. El canto rojo, México, 2013; Suecia, 2015; EEUU, 2018. El canto blanco, 2022. Participación en Festivales Internacionales en Uruguay, Nicaragua, México, Reino Unido, EEUU




Léonie Garicoïts (Uruguay)

PERO NO DA

Podría pintarme
una nariz de payaso
y salir contigo
en cacería de brujas.
Pero no da.
Podrá construir
un castillo de espuma de mar,
y dibujar un sol
en las nubes.
Pero no da.
Arrancar de cuajo
la tristeza y
abrumar al mundo
de risas.
Pero no da.
Correr mariposas,
construir un collar de
luciérnagas, y en la arena
fundar un oasis.
Pero no da.
En este mundo,
que no es sincero
no hay cabida
para lo audaz.
No hay cabida
para desmanes y
atropellos,
para sentirse vivo
y estar viviendo;
ni sueños, ni entregas,
y menos, historias
paralelas.
Tú y yo
sabemos
que para este
mundo
no
da.


Léonie Garicoïts (Montevideo, 3 de Julio 1962), poeta, narradora. Publicó los libros: Vírgenes y Lobizonas, 2012 (Ed. Yaugurù); Y la nombraron Mujer, 2015 (Ed. Yaugurù); No sé conjugar el verbo amar, 2018 (Ed. Artepoètica); El mundo mágico del Colibrì (Ed. DEMKROFF Ediciones); Punto y Coma -La lucha por vivir, 2021 (Ed. Irrupciones Grupo Editor); y otros. Fue antologada en distintas recopilaciones.




Mariella Nigro (Uruguay)

Playa

“…es el mar
es el mar
cada ola nos revive y nos mata
es un reloj de noche y en silencio
es una almohada rota…”

Selva Casal

Es el mar en el borde de mí
y el aire como abismo
es el borde transparente del aire
que no respiro
es la costa del cuerpo, el horizonte rojo del costal
el escondido mar en el pie que lo roza

y la forma del viento
que se hace entre los árboles
y el frescor verde del agua
y la arena de adentro.

Pero es la tierra y la piedra
la letra en la turba blanda del presente
de la sombra de una ciudad hundida.

Y aparece por detrás de esas ramas
como derramado, desabrazado
lanzado al mar
ya de antes empapado
insospechadamente
ingrávido y hundido detrás del nombre
mientras crece una luna en el cielo del día.

Fuera de mí, no estoy.
Yo estoy adentro, sola.

Mi herida es esa línea entre la arena y la orilla
está allí
estallido el vuelo de quebrada ala
en la playa rota
con las pequeñas huellas en lo que era roca
que al pie entonces sostuvo.

Y en el blanco sucio del montículo
el lustroso blancor de aquella duna.

Como una copa rota
muestra el filo cuando brilla
hiere mientras abrevo
corta mi boca.
Sabe que tiembla el coto de la sangre
arrastra cosas, moja la espera, se retira.

Y cae la noche
entera
como una fruta que aún no se muerde.


Mariella Nigro (Montevideo, Uruguay, 1957). Doctora en Derecho y ciencias sociales (egresada de la Udelar), poeta y ensayista. Tiene publicados nueve libros de poesía y dos de ensayos literarios. Integra varias antologías de poesía y de ensayo. Y ha colaborado en publicaciones literarias y académicas nacionales y del exterior. Obtuvo varios premios literarios nacionales y municipales.




Gerardo Ciancio (Uruguay)

1969

Mientras tomamos la malta espesa con papá
siento que todo confluye en este punto: las húngaras
rebosantes en la losa blanca,
la espuma fresca que derrama el filo del vaso,
la mesa redonda como su memoria.
Él me cuenta los cuentos repetidos del puerto,
de sus amigos en el edificio de la Aduana,
de los boliches de la calle Juan Carlos Gómez,
de los barcos que llegan con cargas exóticas.
Afuera pasa una puta con tacones y el maquillaje corrido.
La mirada de papá camina sobre sus pantorrillas abultadas
mientras su dedo dibuja nubes
en el paisaje de cedro.
Él no toma malta: disfruta su cerveza rubia, transparente.
Muerde una húngara. Sorbe.
La tarde se embellece cuando lo miro.
Él apenas sonríe con los ojos hacia adentro. Se aleja
en la sirena de un barco que sale de la bahía.
El silencio nos une en un espacio mutuo
repleto de nuestros ruidos.

Silbamos un tango juntos.
(Esto último sólo ocurre en el verso.)


Gerardo Ciancio es profesor de Literatura y Máster en Gestión Educativa, poeta y crítico literario. Ha publicado los libros de ensayo La crítica literaria integral (1998); La ciudad inventada (1998); Entretextos (1999); La cultura en el periodismo y el periodismo en la cultura. De Mario Benedetti a Maldoror: miradas sobre la prensa cultural (2007); El amplio jardín. Poesía joven de Uruguay y Colombia (2006); Los hijos del fuego: novísima poesía uruguaya (2010 Silva), entre otros. Autor de los libros de poesía Haikus de Kiushu (2017), Los ojos críos (2021) y Linaje (2021). Su libro más reciente es Casa de Salud. Ha obtenido el Premio de Ensayo de la Academia Nacional de Letras (1989, 1994 y 1996), el Premio César Vallejo de la Biblioteca Nacional de Uruguay y la Embajada de Perú en Uruguay, el Premio Anual de Ensayo Literario del Ministerio de Educación y Cultura (1998), el Premio “Netzahualcoyotl” (México) y el Premio Internacional de Ensayo de la Fundación Mario Benedetti (2012). En 2010 obtuvo el Primer Premio Nacional de Poesía y Primer Premio de Poesía Juan Carlos Onetti de la Intendencia Municipal de Montevideo (2020 y 2022).




Teresa Korondi (Uruguay)

Tengo una tristeza madre
que llora en los restos de placenta
Candil tristeza de acanto
de mariposas mugres
vertedero
Angustia láctea cumbre esa otra
maternidad
de mi tristeza
Congoja en el amor en cambio
despertar hipotermia
magia oscura de analgesia
¡Indigestión! recuerdan las tripas del deseo
cuando no estaba enferma o estaba enferma hasta los dientes
blancos molares rabias mordientes
¿o solo fui verano de ovejas en vellones?
todo caliente álgido
incomparable en pesebres muertos
Tengo una tristeza uña
que hiende los vestidos de la duda
Es por eso que llora la placenta
huérfana la casa que desviste blanca tela
-El miedo a toda pérdida, puede ser, me digo-
A romper la cuerda que me ataje del viento
o acaso me remonte a volar disparada
Detener la inquisición la inquina lo inútil
de atarse a una tristeza
tan indulgente
ambarina


Teresa Korondi (Uruguay). Poeta, narradora, performer y comunicadora. Ha impartido talleres, charlas y lecturas en festivales e instituciones educativas de diversos países. Obtuvo el Fondo Nacional de Música en 2014 para la producción de Bo, disco de poesía-canción. Su poema audiovisual Kokoro fue seleccionado en la III Edición de Slideluck Montevideo, que se exhibió en 2018 en el Espacio de Arte Contemporáneo. En 2019 fue antóloga del libro Del Salvo al Barolo – un rioplatario poético, editado por TextosIntrusos en Argentina. Algunas publicaciones: La enunciación (Yaugurú 2016), Impropios (TextosIntrusos Argentina, 2018), Escandinavia (Del Azahar 2018), Par (Yaugurú 2021), Corre, corre (Colección IberLetras – Argentina/España, 2021), Rodó porque rodaba, Premio Nacional de Poesía Inédita 2021 del Ministerio de Educación y Cultura (Solazul Ediciones 2023) y Otaku (TextosIntrusos Argentina 2023).




María Laura Blanco (Uruguay)

II

¿Cómo nombrar a eso que fuimos?
¿pavesa? ¿chiribita?
destino a ser ceniza
un encandilamiento súbito
una molestia en el ojo
cuando miramos al sol
tan frágil, muerte inesperada
un cadalso averiado
que impide la ejecución
sabíamos de la magia del viento
de su perversión ante lo nimio.
¿Cómo íbamos a escondernos?
¿ruinas? ¿taperas?
migajas rumbo al mar
la luna no nos dio cobijo
el bosque, sus árboles frondosos
impíos traidores, invencibles.
Fue rápido todo pero la estela
de una noche esquiva,
nos acorrala sin compasión.


María Laura Blanco nació en la Villa del Cerro, Montevideo, Uruguay. Es Licenciada en Trabajo Social . En 2013 fueron publicados algunos de sus poemas en Cualquiercosario, Editorial Yaugurú de Montevideo. El Imperdible de Zaragoza, en julio de 2013. Julieta Car Tonera de Toulouse editó La piedra mordida. La Pierre mordue, edición bilingüe. Cuerpo, palabra, creación, Antología poetas uruguayas, Editorial Encuentros, 2018. ¿Cómo duermen los animales del Uruguay? Libro-disco para niños, premiado por Fondos Concursables del Ministerio de Educación y Cultura, 2019. Sartorio, libro de poesía, Editorial Encuentros, agosto 2020, seleccionado entre los tres finalistas del premio Bartolomé Hidalgo. Cartas sin enviar, Editorial Astromulo, 2023. Durante 2019 concurrió al taller de fotografía y palabra “Lapsus”, coordinado por Julio Pereira y al Taller de Collage coordinado por Marcos Ibarra. Desde agosto 2021 forma parte del equipo coordinador del ciclo mArtes poético.




Tatiana Oroño (Uruguay)

Dios escribe derecho

por caminos torcidos. El poeta
no concede entrevistas/la sala da
cobijo. La lectura nos guarda con su fanal oscuro.

Una voz de zapatos arrastrados
en los sótanos de la garganta. Esta es la noche
quien no pudo
sentirla
así
no la conoce. El poeta cocea. Lee.
Lee.

Arrastra por la noche su garganta. Arrastra con las letras airadas
la dolor. La entera
cabellera

de andrómeda o de
madre que
peinaba con mano
que escribiera
ahora pasa las páginas

de la vida
que fuimos. Qué. Piragua agua estelada
barca. Qué. Asaltantes
del cielo. Hijos de las metáforas.
Lirios del campo. Briznas. El pasto de las fieras.

Cuerpos vivos. Vivíparos. Hijos
de la palabra. Rezumos de la voz. De todo lo que fuimos

queda lienzo.

Una tela del alma
sin usar.

A ciegas
se la escucha rozar
en el regazo

mientras la voz humana
mana y la beben
los ojos y la
acechan
las trompas del oído
y el
escuchar vuela se va
tras
las bandada oscura

de las páginas

abiertas de Juan
Gelman.


Tatiana Oroño (San José, 1947). Poeta. Profesora de Literatura. Su obra ha sido incluida en el Programa Oficial de Literatura, 1º Bachillerato (2006). Investigadora Asociada a la Academia Nacional de Letras (ANL). Ha publicado trece libros de poesía (Uruguay, Francia, Estados Unidos y Argentina). Publicó ensayos, ejerció crítica de artes visuales y es curadora de arte. Premios: Bartolomé Hidalgo (2009) y Juan José Morosoli (2009). Primer Premio Poesía (Premios Nacionales de Literatura, MEC, 2019). Deriva, su último libro, ha sido publicado por Estuario Editora/Casa Editorial Hum (Montevideo, 2022). Traducida al francés, inglés, italiano, portugués.




Diego Cubelli (Uruguay)

*****

la tarde es el invierno que asomó tu espalda
máscara del deslumbre
mito velado la verdad de los labios

acaso
las formas de dios
en tus manos

(de La razón del deslumbre, Itabira, 2020)


Diego Cubelli (Montevideo, 1990). Es poeta y músico. Tiene publicados cinco libros de poesía. Ha coordinado los ciclos “Sitio de poesía” en la Fundación Mario Benedetti y “Martes poéticos” en Lo de Molina. En 2023 fue curador del encuentro de poesía “Olvidar el Olvido” en el Museo de la Memoria de Montevideo. En la actualidad es el Presidente de la Casa de los Escritores del Uruguay.




Santiago Pereira (Uruguay)

**

Pero evadirte sería una imperdonable derrota
abandonar un cuadrilátero
sin confinar una alborada

hay una equis
y hay una ventana delante de otra ventana

     
       (las puntadas inexistentes de un botón del abrigo muerto
       o la marca de un tesoro en un mapa desierto de puro mar)

hay un guion bajo
y hay una ventana delante de otra ventana

       
       (la necesidad de tirar al piso el jarrón de la mesa
        o sacar de un tirón al niño muerto
        y masturbarse en su féretro)



Santiago Pereira. (Montevideo, 1983) es poeta, performer y licenciado en ciencias y técnicas de la comunicación. Cómo poeta ha editado 4 libros de poesía, ha participado en varias antologías, revistas dedicadas a la literatura, y en festivales de literatura nacionales e internacionales. También ha recibido varias distinciones a nivel nacional en diversos certámenes de poesía. Es creador de colectivos y eventos literarios autogestionados, como el ciclo «Poesías Performáticas» realizado en el CCE, el colectivo «En el camino de los perros», y el taller de estimulación a lectoescritura en adolescentes en instituciones educativas, «Orientación Poesía». Actualmente trabaja en la Fundación Mario Benedetti, dónde co-coordina actividades relacionadas a la literatura y los Derechos Humanos.




María Laura Pintos (Uruguay)

I


Madre, soy una tonta.
bailé con lobos con piel de cordero,
no supe, madre, que no podía confundirlos
yo también era un lobo que bailaba
o un cordero disfrazado de luna

dejé que olieran el miedo
que transpiraron mis pupilas
que lamieran las heridas
que ellos mismos dejaron en mis huellas,
lobos lágrimas de cocodrilo,
piel de gallina, pisada de pato.
baile con la jauría entera
y yo no era más que una mujer perpleja.
Madre, soy una tonta.


María Laura Pintos. (Montevideo, 1971). Creció y estudió entre Buenos Aires y Montevideo. A los 16 regresó a Montevideo donde terminó sus estudios e ingresó a la Facultad de Ciencias Económicas. En julio de 2011 se publica su primer libro de poesías, Carnal, en editorial Paréntesis, tres años después publicó La Jaula.
Formó parte de las antologías Del caos a la inmensidad, Vigencia del poema en prosa en Sudamérica, de la editorial Hijos de la lluvia, 2017, entre otras físicas y digitales. Desde hace años explora en la performance: Homenaje a Selva Casal, 2013 y 2019; Cuerpo en Alma, 2014, muestra del artista plástico Marcos Ibarra, Cuestión de Piel, 2018, retrospectiva de la obra del artista plástico Marcos Ibarra, La casa amplificada, del colectivo “Casa Mario”. Fundadora y co-editora, desde noviembre de 2017, de La Coqueta editora de poesía.





Pablo Thiago Rocca (Uruguay)

apagón

era asintomático y brutal
como un simulacro de bombardeo

en su arbitrariedad barría
con el informativo de las 19
y la sagrada costumbre
de bajar las persianas

alguien traía a tientas
el farol a keroseno
–la mecha un cordón de zapato
embebido en un casi violeta–

entonces repartían los panes
con el plato hondo de fideos
y una corriente de asombro crecía
en el rostro de los niños

afuera los animales se exponían
a la verdad del relámpago
y el silencio era una piedra
rodante sobre los techos

hasta que de pronto
volvía la luz
y nosotros a la pantalla
desnuda y fría como un altar
donde adorar
irisados fantasmas en familia
la muerte es una apnea prolongada

al cabo ascenderemos
en forma de flor o de crustáceo
de incendio y de frontera

ascenderemos por un hilo de aire seco
profundamente
en brote de ceniza o estiércol
crecidos sin nombre
oxigenando el tiempo
sulfurosos y escuálidos
por una escalera o por un túnel de agua
ascenderemos

la muerte es una apnea prolongada
tuvimos que bucear
para ver los corales las raíces del verbo
el conocimiento era difuso pero persistente

más allá de los sentidos
estaban las piedras
y el plancton
la arena sumergida
la diosa palabra muda
el subtítulo
el mar y la tierra indiferenciados

aguantamos siglos sin respirar
como fertilizantes
como potenciales explosivos
como perros soportamos
la intemperie del mar
la sal y la cal de los desaparecidos
pero resurgimos al fin

lo sabíamos todo
y no sabíamos nada
porque nada pudimos
porque no nos guardamos nada
hubo que soltar el lastre
inmemoriarse
disiparse para alcanzar el aire
la oscuridad y la luz
volver a los contrarios
y las paradojas

al fin todos retornaron por sus fueros
intactos pero otros
nunca los mismos
y ni una chispa ni un rayo
ni una palabra
de lo que fuimos


Pablo Thiago Rocca (Montevideo, 1965) es escritor, investigador y crítico de arte. Premio Literario Nacional del MEC en ensayo de arte (2004), Premio Municipal de Poesía de la IM (2008), Premio Onetti de Poesía (2019). Dirige el Museo Figari desde su creación (MEC, 2009). Ha publicado una decena de monografías de artistas uruguayos y curado exposiciones en museos nacionales de Uruguay, Argentina y Brasil. En poesía ha publicado ocho libros. Ha sido traducido al inglés, francés, portugués, italiano, sueco y alemán. Vive en Salinas, en las costas del Río de la Plata.




Martín Cerisola (Uruguay)

***

Hubo un ángel animal.
En qué mundo digo esto no lo sé; pero lo hubo.
Ahora vuelvo con la voz vencida, todo lo que mira despedaza; nada tiene aquella desnudez. Una vez dije basta, nada más, y llovieron los milagros como si tuviera que morir para dejarlos florecerse.
Eso fue subir, y haber caído.
Hubo un ángel que a veces era blanco y otras veces escarcha.

***

Soltar la hermosura.
Como si fuera sin límites hacia el mar de la garganta. Metal, canción; cardumen.
Esa herida.
Es niña.
No dejes que la cicatriz la alcance.
No la mires.


Martín Cerisola. Licenciado en Letras, escritor y docente. Ha dictado clases de literatura y talleres de escritura en la Casa de los Escritores (Intendencia Municipal de Montevideo), en el Centro Cultural España, en la Universidad de la empresa (UDE), en el MIDES, en el Centro de Rehabilitación sicosocial Sur Palermo y en centros educativos para personas con TEA (Trastorno del espectro autista). Desde el 2015 trabaja para el Programa Nacional de Educación en Cárceles del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) como educador y tallerista en contextos de encierro. Publicó tres libros: Perseguir (Poesía, Editorial Estuario, Montevideo, 2012. Mención de honor, MEC, 2013), La escritura y la naturaleza en la poesía de Hugo Mujica (Ensayo, Editorial Académica española, España, 2014), Sílex. (Poesía. La coqueta editora. Montevideo, 2018).




Rafael Cortouisie (Uruguay)

VI. COSTURÓN

Apagué la luz
y se encendió el mundo.

La herida de vos
se cerró en mí como un poema.

La última línea
es una cicatriz.

Juan Carlos Arens
(Valencia, 2036)


Rafael Courtoisie es un poeta, narrador y ensayista nacido en Montevideo, Uruguay, en 1958. Miembro de número de la Academia Nacional de Letras. En poesía ha recibido, entre otros, el Premio Fundación Loewe de Poesía (España), el Premio Plural (México), el Premio de Poesía del Ministerio de Cultura del Uruguay, el Premio Nacional de Narrativa, el Premio de la Crítica de Narrativa, el Premio Internacional Jaime Sabines (México), el Premio Blas de Otero (España), el Premio Internacional de Poesía José Lezama Lima (Cuba) por su libro Tiranos temblad y el Premio Casa de América (España) por su obra Parranda (Visor, 2014). En novela ha publicado Vida de perro (1997), Tajos (1999), Caras Extrañas (2001) y Santo Remedio (2006).




Gustavo Wojciechowski (Uruguay)

Sonámbulo

había sapos y era de noche
mi padre embromaba con que era sonámbulo
y a mí me daban un poco de miedo los sapos
y eso de caminar dormido
hasta la propia palabra
era San José de Carrasco
y no recuerdo otra cosa que eso
y la sangre burbujeando en la sopa de remolachas
y tal vez cierta tristeza
ante la posibilidad de defraudar a mi padre.


Gustavo Wojciechowski. (Montevideo, 1956). Diseñador gráfico, ilustrador, artista visual. Poeta y editor. Ha publicado una veintena de libros de poesía, una novela, poesía visual y tipográfica, así como algunos CDs con sus textos en colaboración con músicos y artistas multimediales. Funda e integra el grupo de trabajo y sello editorial Ediciones de UNO (el cual integra desde 1982 hasta 1987). Funda y participa del panfleto de agitación cultural «La Oreja Cortada» (1987-90). En 2004 funda su propio sello editorial: YAUGURÚ. Ha realizado varias exposiciones de poesía visual y tipográfica, tanto en el Uruguay como en el extranjero. Ha participado en festivales de poesía en Uruguay, Argentina, México, Puerto Rico, El Salvador, Guatemala y Chile.




Regina Ramos (Uruguay)

NOTA DE TÓPICOS

Me escribieron en la mano lo que necesitaba.
Tres líneas de un triángulo abierto.
Abiertas las caderas pronunciando el gusto de otro.
Tenemos al otro rígido en un nombre
que aprendimos a llevarlo a la boca
o evoca esa noche
con el nombre impronunciable
o cuando se juega al serio con un vaso huellado.
Me escribí en la mano la receta o lo necesario
de esa noche como de casi todas las noches
en que quedo sola con mi nombre
y no prendí la luz.
Cociné con lo que tuve
a mano
algo para consolarme.


Regina Ramos (San José de Mayo, Uruguay, 1992). Es poeta y profesora de Literatura egresada del Instituto de Profesores Artigas. Sus tres libros éditos obtuvieron reconocimiento en Premios Nacionales de Literatura: 23 veces Out (Yaugurú, 2017) recibió el premio Ópera Prima en los Premios Nacionales de Literatura (2019), Señuelo (La Coqueta, 2020) obtuvo primera mención en los Premios Nacionales de Literatura (2021) y Gastronomía de olvido (Pez en el hielo, 2022) obtuvo el incentivo a la edición del llamado Amanda del Instituto Nacional de Letras de la DNC| MEC. Integra diversas antologías nacionales e internacionales de poesía contemporánea.





Jimena González (Uruguay)

Licuado de Luz

Cada mañana me arranco de la cama,
como del vientre materno,
estiro mis alas como una humana,
y se abren de par en par,
mis pupilas planetarias,
se contraen todos los verbos,
la luz se licua en mis manos,
clama ser espacio en el vehículo,
ofrenda su porvenir al presente desentumecido.


Jimena González es una joven poeta uruguaya nacida el 9 de enero de 2001 en Maldonado. A día de hoy es estudiante en el campo de las artes plásticas y visuales. Se ha especializado en la poesía audiovisual que le permite integrar en una sola pieza varias de estas expresiones. En su canal de YouTube “ime” (imena_2001), comparte sus videopoemas.




Marcos Ibarra (Uruguay)

XVIII

consisto en varios nombres
de personas y animales que nombro
Maquí y Menelique perros ovejeros
llegaban al arroyo antes que nosotros
en aquellos domingos de familia
cuando íbamos al Caraguatá en la cachila
mi padre con su valija de pescar
mi madre canasta con refuerzos
pan francés con mortadela y Bidú
me dieron una caña con tanza anzuelo y carnada
lancé apuntando al horizonte
enganchó en algo
tiré con fuerza
sería un pez así nomás ya en el aire
ángel pez pescado antes del arroyo
inocente escamado que mordió el anzuelo
antes que el anzuelo fuera trampa
oculta en la lombriz rojiza que oscilaba
pero
era la mejilla de mi padre
mi madre abrió el anzuelo con tenazas
mi padre se quejaba de dolor
me sentí culpable por primera vez
pesqué a mi padre y lo expuse
desde su sufrimiento físico
no era un padre era un hombre que dolía
sentí algo de orfandad
de parricidio
hijo que horada la que es su carne
y jamás volví a pescar


Marcos Ibarra (Uruguay, 1958). Artista plástico con diversas muestras individuales y colectivas. Escritor de poesía, narrativa, historietas. Libros individuales publicados: Los Mutantes, Odiario, De las aventuras de Germán Villemel (premio Espacio Mixtura 2015). Ha publicado las historietas: Los Mutantes –mención historietas Premio “Onetti” 2015. Niebla, edición de autor 2018. En 2020, obtuvo una mención en el premio Onetti por la novela La verdadera historia de Tacuarembó, publicada por Yaugurú en 2021. Tiene otros títulos publicados y algunos en camino. Integrante de la editorial de poesía La Coqueta.




Magdalena Portillo (Uruguay)

1

En el inventario del relámpago la casa se abre lo mismo que el jardín cuando te asomas a él hay pie- dras, musgo, hojas hay sal en la garganta del mundo hay tinieblas que aguardan la vigilia pero yo si- go en la gran estadía de la vida respiro entre los muros despintados acaso permanece en ellos el co- lor de mis primeros años qué oficio te fue otorgado que te olvidaste del jardín y de la casa quizá te vinieron a buscar quizá perdiste la memoria y te enterabas al abrir los ojos de que nunca se había tratado de un juego

esto de vivir, padre
es tarea de resurrección


Magdalena Portillo. (1991, Montevideo, Uruguay). En 2017 publicó su primer libro, titulado Umbrales. En 2018, obtiene el primer premio de poesía en el Concurso Pablo Neruda, organizado por la Casa de Cultura de la ciudad de San José y la Casa de Cultura Pablo Neruda, de la ciudad Santiago de Chile.Su segundo libro, Los paños de mi frente, lo publica en 2019 con La coqueta editora. Con Los paños de mi frente, obtiene en 2021, el segundo premio Nacional de Poesía, organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, Uruguay (MEC). Ese mismo año obtiene el premio Juan Carlos Onetti de poesía, organizado por la Intendencia Municipal de Montevideo, con su libro inédito Catedrales nocturnas. En 2022 recibe el premio Morosoli de plata organizado por la Fundación Lolita Rubial por su trayectoria poética.




Claudia Magliano (Uruguay)

Nos fuimos quitando la luz de los ojos.
Todo lo que habíamos visto no era nada más que la forma de la nieve.
Nunca dejamos nuestra huella camino a la montaña
nunca pudimos tocar el frío, sentirlo en las palmas de las manos como otras cosas sí se sienten
algo más delicado todavía
algo más suave que ese frío estático por donde se deslizan los inviernos
unos tras otros
como los pequeños pájaros de Dante que van cayendo tras de sí ante el llamado
implacablemente caen
pesan más que su propio cuerpo
algo los empuja hacia la Estigia
donde Caronte espera
a punto de zarpar.

Nos quitamos la luz de los ojos como si fuera un manto
entonces pudimos ver la nieve
pudimos tocar ese paisaje blanco por los siglos de los siglos dibujado para nosotras
que solo habíamos vivido de los cuentos
y no conocíamos más que el tejado por donde iban las niñas
masticando el corazón de las ciruelas.


Claudia Magliano. (Montevideo, 1974) Es profesora de Literatura egresada del Instituto de Profesores Artigas (IPA). En poesía ha publicado Nada, premiado en el concurso de Poesía de la Asociación de Bancarios (AEBU) y la Casa de los Escritores del Uruguay, en 2005; Res (Ático Ediciones, 2010), que obtuvo el Primer premio de poesía édita de los Premios anuales de literatura del Ministerio de Educación y cultura (MEC), edición 2012. El corazón de las ciruelas (Civiles Iletrados-Ático Ediciones, 2017), obtuvo una mención en poesía inédita en los Premios anuales de literatura del MEC, edición 2016. El libro inédito de poesía Lo trágico es el olvido obtuvo el primer accésit en el III Concurso de relatos y poesía Letras cascabeleras, Cáceres, España, 2017 y fue publicado en mayo de 2019 por Letras Cascabeleras.




Silvia Guerra (Uruguay)

A’

Se balancea en el alambre. Da fuerza de repente a ese vaivén.
Los recuerdos le pasan entre los parietales como estampas y a veces como espasmos. El material acumulado es vasto. Para discernir puede olerse familia cambiando de sitio las manzanas. Sí. La voz se vuelve coágulo variando la intensidad de su negrura.
Puede medirse el largo desde la diagonal y de ese modo la pesca se hace con mosquito. Un brillo alienta sobre la tarde en alguna hora en que se aprecia claramente la circunvalación del horizonte. Mientras espera el pique en esa reverberación, a la altura de los ojos algo sobra. Algo que no puede aprenderse, sobra.


Silvia Guerra. (Uruguay). Ha publicado los libros de poesía: De la arena nace el agua, Editorial Destabanda, Montevideo, 1986; Idea de la aventura, Ediciones de la cadena, Feria Nacional de Libros y Grabados, Montevideo, 1990; Replicantes Astrales Serie de los Premios, Intendencia Municipal de Montevideo, 1993; La sombra de la azucena, Editorial Cantus Firmus, New York, 2000, Nada de nadie, Editorial Tsé Tsé, Buenos Aires, 2001; Estampas de un tapiz, Plaquette, Pen Press, New York, 2006; Pulso, Editorial Amargord, Madrid, 2011. Todo comienzo, lugar, Silvia Guerra – José Kózer, Editorial Casa Vacía, Richmond, Virginia 2016; Un mar en madrugada, Editorial Hilos, Buenos Aires, 2017. En 1992 obtuvo el Primer Premio de Poesía de la Intendencia Municipal de Montevideo por su libro Replicantes astrales. En 2013 le otorgaron el Premio Morosoli por su trayectoria poética. En 2019 obtuvo la Beca FEFCA a la creación artística por su trayectoria.




Luis Bravo (Uruguay)

LA SEGUNDA MITAD DE LOS SENTIDOS

Sopla el viento en la solitaria estepa.
El viento estepario de la soledad.

A pique el mediodía de la luz.
Sin sombra en la vertical de los relojes.

En el ocaso los ingrávidos se elevan.
La avenida Tiempo se hace humo.

Al regreso he visto que nunca partí.
Partí sin nunca volver a mí mismo.

En los bosques he oído el secreto.
El secreto a voces de los bosques.

Hace años que sueño el poema.
El poema me sueña con los años.

El corazón maduro de la fruta.
La nunca madura fruta del corazón.

Sueño en el sueño que a conciencia sueño
y no sé ya si es sueño este vivir despierto.

El ojo busca escapar de su otro mismo
(ojo, no sólo el ojo busca eso).

Imposibles flores caen del cielo.
O estás en la tumba boca arriba.


Luis Bravo (Uruguay). Poeta y performer, ensayista e investigador, profesor universitario, doctor en Letras por la Universidad de Notre Dame (USA). En consonancia con su poética multimedial y polifónica publicó 10 libros de poesía, 9 discos, 2 cdroms, 1 DVD, junto a músicos, bailarines, fotógrafos y videístas. Su poemario más reciente es el bilingüe Voice & Shadow/ La voz y la Sombra). Su más reciente CD es AlternadoSimultáneo, junto a Federico Eisner (PM, Chile, 2023). Poemas suyos han sido traducidos en revistas y antologías al francés, alemán, sueco, estonio, serbio, portugués, inglés, persa.




Ana Strauss (Uruguay)

20:15

Mis mujeres se sentaron al borde
me caminaron de puntillas
todas mis mujeres en esas miradas
entre la arena
al borde de la copa
son arena, sal, sílice
allí en los biseles
mis mujeres desembarcaron en hilos
se hicieron en hebras
orillando hacia mi copa
mis mujeres trenzan y trazan en los hilos
son sílice, son biseles
mis mujeres ellas
en el borde de la copa
entre el bisel
desembarcaron en casa
me dejaron en mí
en mí de ellas


Ana Strauss. Nacida en 1977. Sus poemas han sido publicados en antologías y muestras de poesía uruguaya, revistas literarias y publicaciones en Latinoamérica y Estados Unidos. Publicó No sé qué hago en Inglaterra (2013), Canción para un párpado, en 2017, con la Editorial Yaugurú. Ha participado en colectivos coordinando ciclos literarios, encuentros de escritores migrantes, encuentros de escritores en Chile, Brasil. Trabajó en Ediciones Abrelabios. En Artes visuales ha participado en exposiciones colectivas y en equipos de trabajo multidisciplinarios.




Malena Luján (Uruguay)

Entre la piel y el hueso limpio
solo hay fotografías.
Entonces me miro las manos
un poco más grises.

El mediodía no quiere
traer torcazas,
el viento no besa
la frente de nadie.

La mano,
cansada del naufragio,
destensa el puño.
El remo se va río abajo.

Ya no queda niño, juguete,
ni canción redonda
que cantar a la muerte.

La mano es una trinchera
y no encontramos tajo
para sangrarla.


Malena Luján (Montevideo, 2001). Estudiante avanzada de la Tecnicatura Universitaria en Corrección de Estilo (TUCE) y de la Tecnicatura en Dramaturgia (TUD) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, en Uruguay. Trabaja como correctora de estilo en la revista Piel Alterna, en la revista de la Asociación de Musicoterapia para la Primera Infancia; coordina el taller de escritura creativa Tiempo para mirar con las palabras con niños y adultos en Montevideo y Ciudad de la Costa. Publicó su primer libro de poesía bajo el sello editorial de Susana Aliano Casales, Con la memoria en los ojos (abril, 2021). Recibió una mención especial del Premio Casa de Escritores, edición 2021. Recibió el primer premio del Premio de Poesía Inédita, de la Fundación Nancy Bacelo, Ideas + y Casa de Escritores del Uruguay con la obra La imagen del viento (diciembre, 2021). Publicó los fanzines Palabra (2019) y Abrazo a tiempo para un amor a destiempo, (2020). Su último poemario se titula Potrilla (Susana Aliano Casales, 2023).



Andrés Echevarría (Uruguay)

la visión duerme

apila tedio
en su mortaja herida
(señales de patio)
la ventana abierta
deja escapar
inevitables vacíos
cuando ese intenso brillo naciente y quieto
supo la mirada estática
              fue la ausencia
              de piel
caricia cálida
de ilusoria piedad
(los muertos padecen
la sombra del verano)


Andrés Echevarría (Melo, 1964). Poeta, escritor. Estrenó en teatro «La historia en dos cuerpos» (1992), «Homenaje al espejo» (1993), «Sonorama» (1994), «zzzzz…» (1995), «El re dio la nota» (1998). Publicó: «Entrevista con el arte uruguayo» (2005), «Pasión y poesía de Jules Laforgue» (2006), «Señales Elementales» (2006), «Los árboles de piedra» (2008), «Lamer la luz en un jardín» (2022). Fue responsable, junto a Jorge Arbeleche, de «Juana, escándalo en la luz» (2009) en el Centro Cultural de España, la exposición más importante que se ha realizado en homenaje a la poeta Juana de Ibarbourou.



Nadia Pereira (Uruguay)

El sí en la punta de la lengua.
El no en el extremo norte de mis pies.
¿Cómo se sana una cicatriz cuando arde?
¿Cómo se juega el juego esta vez?
¿Cómo se desconglomeran las emociones cautivas?
Nada brilla por acá.
Nada, o quizás todo.
La melena que embelesa.
El azar forzado de lo que nunca quiso ser casual.

Cuando se rebalsan las aguas
el desvelo ataca.
Siempre quise rozar un pedazo de tu alma
pero no pude llegar.

Las alarmas fallaron
y te dormiste otra vez.



Nadia Pereira (Montevideo, 1983) Es bibliotecóloga y estudiante de Corrección de Estilo. Entre los años 2009 y 2015 integró el colectivo «Fulanas menganos escritores emergentes», con el cual publicaron el libro «El lugar que no es», en 2010. Junto a este colectivo organizó encuentros poéticos. Participó como poeta en diversas lecturas y ciclos literarios. En 2017 fueron publicados textos suyos en el libro «La Ballena de Papel». Antología de Poesía de Maldonado 1985/2017.



Gabriella Miraballes (Uruguay)

Advertencia

Es domingo.
Hermana menor trazó líneas fuertes en un mapa,
repasó de rojo puntos y calles.

Es de tarde.
Hermana menor, enseña la obra
relata la historia de puntivideo
una ciudad azotada por un monstruo
gigante y rojo, dice.

Hermana menor intuye
que la tristeza queda,
del otro lado de la puerta y del calendario,
allá donde,
allá cuando,
los monstruos no se ven
pero tardan años en irse.


Gabriella Miraballes (Uruguay. Es docente de Literatura y Educadora Social. Es maestranda en Políticas Culturales del CURE – Udelar. En 2009 formó parte del colectivo «Fulanas Menganos Escritores Emergentes», con el que realizó su primera publicación de poesía. En 2014 integró la comisión departamental No a la Baja, desde entonces ha participado en distintos proyectos colectivos vinculados a la búsqueda de justicia social y protección de los DDHH. Desde 2019 -junto a Diego López y Victoria Tierno- organiza en Maldonado el ciclo de poéticas «Allá vamos nosotros». Actualmente, integra el Instituto María Díaz de Guerra, forma parte del colectivo Pedal, y de la Casa Bertolt Brecht en Uruguay, donde colabora en la redacción y edición de la revista «Marcha Atrás».



Carolina Pedroni (Argentina)

LLUVIA

Llueve y la lluvia se vuelve un espacio,
un hueco de sequía
una grieta en silencio
de silencio líquido.
Tiempo en el vacío
que puja tus ausencias
en semillas de tierra.
Llueve y comienzo a sentirte en la lluvia
en gotas de pulgares.
El árbol es espacio entre las ramas
la música silencio entre las notas,
podría ser verano en tu ventana
y la vida, un brote que aún persiste.


Carolina Pedroni (Argentina/Uruguay). Poeta, arquitecta, estudió en la Universidad de Buenos Aires. En 1994 se radica en Uruguay. Nieta del poeta José Pedroni. Ganó el segundo premio de poesía de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), Concurso renacer literario, San Rafael Mendoza, en julio del 2013. En 2016, obtuvo Mención de Honor en el concurso Shakespeare, organizado por SES. En 2020, ganó el segundo premio en la SADE (sociedad argentina de escritores). Fundadora junto a su marido Roberto Riverti de «Espacio Foto Arte», espacio creado para la difusión de las artes plásticas, la literatura y la arquitectura. Creadora del grupo La Academia, dirigido por el escritor y maestro Rodolfo Rabanal. Sus poemas han sido publicados en «Letras Americanas», «Cómo girar el molinete» (2010), «Al pie de la letra», Revista Valencia escribe; y otras varias antologías internacionales.


Juan Suárez Proaño (Quito, 1993). Poeta, editor. Máster en Teoría Literaria por la Universidad de Salamanca. Ha publicado 5 poemarios. Su libro «Las cosas negadas» obtuvo el Premio Nacional de Poesía Paralelo Cero 2021. Es editor en «El Ángel Editor» (Quito) y en la revista «Esteros».